LA PEOR PROVINCIA ANDALUZA
Sevilla registra hasta 250 agresiones a sanitarios al año
La «batalla campal» del domingo en el centro de salud de Pino Montano, donde cinco facultativos resultaron heridos, agudiza las quejas de los profesionales del sector
E. BARBA
Las agresiones a sanitarios conforman uno de los temas que más afecta a los profesionales de la sanidad junto con los recortes presupuestarios. Y es que la cifra se mantiene en unos índices escandalosos y los profesionales empiezan a estar cansados de clamar en el ... desierto. La brutal agresión de este fin de semana a cinco facultativos en Pino Montano ha indignado al sector. Según la propia Junta de Andalucía, el 70% de las 925 agresiones registradas en 2012 a profesionales que trabajan en el ámbito del sistema sanitario público de Andalucía las sufrió el personal sanitario propiamente dicho. Y ahí, con casi 250 agresiones, Sevilla fue la provincia con más episodios violentos de este tipo contra médicos y enfermeros —los celadores no están incluidos en ese registro del SAS, con lo que el número es aún superior—.
Tras la provincia sevillana estuvieron Málaga, con 205 agresiones, Córdoba (110), Cádiz (97), Huelva (96), Jaén (69) y Granada (68). Según datos de la Consejería de Salud, del total de agresiones registradas en la región, 711 fueron verbales y 214 físicas, lo que supuso un 16% menos que en 2011. Ese año se contabilizaron 1.076 agresiones (831 no físicas y 245 físicas). Pero los índices siguen siendo inaceptables. Pese a que desde 2005, cuando se puso en marcha el llamado Plan andaluz de Prevención y Atención de Agresiones para Profesionales del Sistema Sanitario Público, se hayan destinado, según expuso la administración autonómica, más de 140 millones de euros a medidas de seguridad (timbres antipánicos, interfonos, teléfonos directos de seguridad, videocámaras...).
El propio Colegio de Médicos de Sevilla cuenta también desde 1999 con un servicio específico para atender a las víctimas de agresiones entre el gremio y elabora estadísticas con los hechos que se registran en su servicio jurídico. En éstas, por ejemplo, se recalca que casi el 60% de los percances de este tipo se registra en los centros de atención primaria.
Pero a los medios, algunos centros de salud sevillanos, especialmente en sus servicios de urgencia, están siendo escenario de agresiones, alguna de ellas brutal, como la última en Pino Montano B este domingo. Este ambulatorio, de hecho, acumula este año ya tres percances de este tipo. En mayo, sin ir más lejos, un pediatra tuvo que ser intervenido de urgencia de cirujía maxilofacial al partirle la nariz de un puñetazo un paciente que acudió con su madre a la consulta. Ahora, hasta cinco heridos tras la «batalla campal», según los testigos, de este fin de semana. Mientras el centro de salud sigue sin vigilante de seguridad, como tuvo hasta hace unos meses, a causa de los recortes.
Este caso de Pino Montano es referido desde los colectivos profesionales como especial, ya que se acumulan «agresiones suficientes como para que se restablezca la seguridad», como indicaba ayer el Sindicato de Enfermería, el Satse, desde el que se pedía al distrito sanitario que trate a este centro como ya se tratan los del Polígono Sur o Torreblanca, adaptándose a unas condiciones que existen en la barriada en las que influye la proximidad del asentamiento chabolista de El Vacie.
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