La Guardia Civil, tras el rastro de los contratos de la «era Monteseirín»

Está previsto que hoy vayan pasando por el Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla para que Mercedes Alaya les pregunte. No obstante, fuentes consultadas por este periódico indicaron que Castaño y su esposa no muestran predisposición alguna a responder sobre el enriquecimiento ilícito del que se les acusa y que se investiga desde hace unos meses en una pieza separada del Caso Mercasevilla (concretamente la del concurso para adjudicar el derecho de superficie del mercado central de abastos).

Ese incremento notorio en el patrimonio personal del que fuera asesor del exalcalde es el hilo del que ha ido tirando la UCO para llegar a las presuntas dádivas y comisiones pagadas por empresas adjudicatarias de contratos municipales a miembros de aquel equipo de gobierno de Monteseirín. Cohecho, soborno y malversación de caudales públicos aparecen como cuestión de fondo, quedando señalada toda una etapa de gobierno en la ciudad. El rastro se sigue a partir de Castaño y de las adjudicaciones a Fitonovo , compañía de jardinería y suministros que se vio favorecida por un auténtico aluvión de contratos públicos desde 2005, de ahí que se detuviera a su responsable y se haya incautado toda su contabilidad y sus archivos informáticos. Esta empresa disfrutó de un auténtico boom durante el mandato de PSOE e IU , obteniendo en contratos públicos en el último mandato de Monteseirín, por ejemplo, hasta 21 millones de euros .

Precisamente de ese rastro informático tira la Guardia Civil para poner la lupa en las contrataciones públicas de esa época y las posibles «mordidas» , comisiones por adjudicación de obras embolsadas a representantes públicos. Y todo porque se detectó mucho movimiento de dinero en metálico y pagos de Fitonovo en dos concesionarios (uno de Audi y otro de Honda) por coches de alta gama que, presuntamente, fueron regalados a componentes del equipo de gobierno municipal ; hombres del entorno de Monteseirín. Uno de ellos, el propio Castaño (Audi A4 Avant). ¿Pudo ser éste un procedimiento habitual durante los años del PSOEen el poder? ¿Hubo más «mordidas»? ¿Quién cobró comisiones? Las pesquisas de la UCO van en esa línea. En este sentido, ABC pudo saber de fuenets del caso que en su declaración de ayer, García Palomo , responsable de Fitonovo, señaló abiertamente a un concejal de aquel equipo del PSOE, Manuel Gómez Lobo , íntimo del propio Monteseirín y siempre acompañado por Castaño.

Así estalló el Caso Mercasevilla , con la petición de una comisión de 450.000 euros por los directivos del mercado central de abastos a los empresarios de La Raza, que terminaron grabando a los responsables de la compañía pública y enviando los cedés a la Junta de Andalucía . Precisamente en esas grabaciones ya aparecía, nombrado por Fernando Mellet , Domingo Enrique Castaño, señalado como hábil «conseguidor» de contratos públicos.

El incremento patrimonial de Castaño entre los años 2005 y 2011 fue tan superior a sus ingresos declarados que la Guardia Civil no tardó en centrar el objetivo en él. Su tren de vida estaba muy por encima de sus posibilidades oficiales. De un patrimonio que rondaba los 250.000 euros en 2005 —un piso, un garaje un coche de la marca Citroen y unos 100.000 euros en el banco—, el matrimonio formado por Castaño y Vaquero pasó a manejar unas posesiones por valor de casi un millón de euros en apenas seis años . Sus ingresos declarados ante Hacienda, en cambio, no cuadraban. Estaban en torno a los 400.000 euros entre ambos, por lo que su crecimiento patrimonial no parecía justificado.

Entre las averiguaciones realizadas por la Guardia Civil hay hechos que son bastante llamativos. Por ejemplo, según ha podido confirmar ABC, Castaño y su esposa terminaron de pagar la casa que se compraron en la lujosa urbanización Hato Verde de Guillena en sólo tres años . La hipoteca, de 240.000 euros , se firmó en 2006 y a finales de 2009 ya estaba todo el capital resuelto. Y paralelamente, el matrimonio adquirió la otra casa de González Cuadrado, en el centro de Sevilla, por unos 250.000 euros. Ésa es la única deuda que tienen en la actualidad. Castaño, además, habría pagado más de 100.000 euros en efectivo por compras diversas, como muebles o trabajos de reformas. Y además habría ingresado en sus cuentas otros 200.000 euros en metálico de procedencia desconocida.