Así es Ona Carbonell: su novio gimnasta, la maternidad en el deporte y a qué quiere dedicarse tras la retirada

«La retirada del deporte siempre es difícil, cuando no traumático. En mi caso, me siento afortunada de que esto no sea así, lo hago de forma serena, meditada y tranquila y conforme conmigo y con la decisión», explicaba la nadadora, que se enamoró de la piscina con tan solo 10 años.

Ahora, afronta un nuevo reto, muy difícil para los deportistas profesionales: el de comenzar una nueva vida. De ello hablará en su visita a 'El Hormiguero', el programa de Pablo Motos, donde la 'sirena' dará pistas sobre cómo está haciendo frente a esta retirada y que le espera tras 20 años dedicada a la natación sincronizada.

En ABC te desgranamos todo lo que tienes que saber sobre Ona Carbonell y su lado más personal.

Ona Carbonell tiene una de las parejas más desconocidas de los deportistas españoles. Y es que, desde hace años, la nadadora mantiene una consolidada relación con el exgimnasta Pablo Ibáñez, con el que se ha dejado ver en muy pocas ocasiones.

Ambos se conocieron en 2009 gracias a su gran pasión, el deporte, cuando la catalana tenía 19 años e Ibáñez, 28. Fue en el centro de alto rendimiento de Sant Cugat, en Barcelona, donde ella entrenaba sus rutinas de natación sincronizada, mientras que él se labraba una carrera como gimnasta.

«Él era deportista, entrenaba en la selección también y cuando él se fue, yo empecé con la selección española. Cruzamos nuestros caminos, pero teníamos amistades en común. Cuando puede me acompaña a los viajes, y aunque me acompaña, no nos vemos mucho. Cuando me acompañó a los Juegos estaba en la villa y nos vimos cuando acabaron. Saber que Pablo está ahí me ayuda y cuando no puede, por email», contó en una entrevista con Europa Press en 2016.

La pareja de Ona Carbonell ha preferido mantenerse siempre en un segundo plano, alejado siempre de las cámaras que durante años han narrado los méritos deportivos de su novia. Sin embargo, Pablo Ibáñez hizo una excepción cuando esta se unió a las filas de MasterChef Celebrity, programa que acabaría ganando.

«A Pablo no le gustan muchos los focos pero cuando son temas solidarios, procuramos poner nuestro granito de arena. Los dos nos fuimos a La India después de los JJOO de Londres a hacer un voluntariado con Vicente Ferrer, está implicado en el proyecto y ha decidido acompañarme», explicaba Carbonell en una entrevista para Chance, justificando la habitual ausencia de su novio en los grandes eventos.

Con el paso del tiempo y casi 14 años después de comenzar su relación, Ona Carbonell y Pablo Ibáñez se han consolidado como una de las parejas más unidas. La pareja tiene ya dos hijos, Kai, nacido en agosto de 2020, y Teo, al que la nadadora dio a luz el pasado verano.

Durante toda su carrera, Ona Carbonell ha sido una fiel defensora de la conciliación de la maternidad con el deporte profesional. La nadadora llegó a ser protagonista de una reivindicación viral durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, mostrando su enfado por tener que interrumpir la lactancia a su hijo Kai para poder competir.

En un vídeo, explicó que el Comité Olímpico Internacional y el español le había dado el visto bueno para poder viajar a los JJ.OO. junto a su hijo, de apenas un año. Sin embargo, apenas dos semanas antes, el Gobierno de Japón le denegó este permiso, obligándola a que su hijo se quedara fuera de la villa olímpica.

«He tenido que tomar una decisión muy dura, las condiciones del Gobierno de Japón son incompatibles con rendir en unos Juegos Olímpicos y que tú familia esté lo mejor posible», explicaba la deportista. Finalmente, Ona decidió viajar sola: «Para ir a estar con Kai cada día, las veces que fuera, tendría que salir de mi burbuja e ir hasta allí, con lo que pondría en riesgo al equipo».

Ona es, además, coordinadora de la Comisión de Maternidad y Deporte del COE, donde ha tratado de luchar siempre por ayudar a las deportistas que quieren ser madres: «Una de nuestras tareas es que existan profesionales durante el embarazo de una deportista y en el postparto. Otra, con bebés muy pequeños, que puedas ir a una Villa Olímpica y estar con ellos. Estamos luchando para que todas estas cosas se hagan realidad», explicó en 'El Larguero'.

No es de extrañar entonces que, uno de los motivos que ha llevado a esta retirada a los 32 años, sea la conciliación familiar. Así lo anunciaba la nadadora, que decía así adiós a una carrera profesional de casi 20 años: «El adiós en mi mente ha ocurrido muchas veces. En 2008 estuve a punto porque el camino es duro. La decisión es por lo que he sentido dentro. Desde hace meses tenía claro que ya era suficiente y que hay un equipo maravilloso que nos dará muchas alegrías».

«Sentía que tenía que retarme en otros ámbitos y seguir aprendiendo de la vida. Jamás me voy a desligar del deporte. Tengo muchos proyectos y también disfrutar de la familia. Mi cabeza y mi corazón no querían estar ya al mil por mil en el agua, sino con la familia. No es justo para el deporte español estar a medias tintas. Con mi segundo hijo ya no me apetecía tanto estar en el agua y es tan duro que o tu pasión está a mil o nada», explicaba la medallista olímpica, a la que la maternidad le ha dado otro punto de vista.

El anuncio de su retirada no ha dejado a Ona Carbonell sin proyectos que cumplir. La exnadadora ha tenido muy en cuenta su futuro durante su época como deportista profesional y es por ello que ha dedicado sus últimos años a estudiar Diseño de Moda en la Escuela Superior de Diseño de Barcelona.

La catalana anunciaba hace apenas unas semanas que había obtenido el título tras presentar su TFG ante el tribunal: «Hace unos días hice la defensa de mi Trabajo Final de Grado y estoy muy feliz por cómo ha salido todo. Por fin puedo decir que soy graduada y que soy diseñadora de moda», escribía en una publicación de Instagram.

De hecho, la propia Carbonell ya ha hecho gala de su pasión en ocasiones anteriores, diseñando todos sus bañadores en las competiciones, además de los que lucieron las nadadoras de sincronizada para los mundiales de natación de Barcelona en 2013. También ha lanzado su propia colección de trajes de baño para Taymory y ha colaborado con programas como 'Maestros de la Costura'.

Entre sus aspiraciones de futuro, se encuentra también la de diseñar la equipación de la delegación de España para unos JJ.OO., confesó en una entrevista para 'El Larguero' tras su retirada: «Siempre me hacía mucha ilusión, pero es un reto muy difícil. La moda me encanta».

Además, quiero mantenerse vinculada al deporte español, aunque descarta, por el momento, la opción de entrenadora porque prefiere estar dentro del agua.