Antonio Silbert se ha sentado así junto a Pepa Romero, al frente del programa, y a Ana Obregón, entre otros. Esta se ha mostrado especialmente contrariada al conocer de este influencer: «No tiene ninguna gracia. Deberías pensar en esa gente que ha perdido a tus seres queridos, la verdad. No te juzgo, solo doy mi humilde opinión, pero a mi no me gusta». De hecho, Obregón ha llegado a decir: «Tenía ganas de ir al baño… ¿puedo irme ahora?». Pepa Romero la ha conseguido aplacar, pero quedaba en evidencia que estaba enfadada con la situación.
Respecto al sepulturero, está recibiendo muchos mensajes divertidos en redes pero también hay bastantes detractores. De hecho, Cristina Fernández, una de las periodistas que estaba en plató, ha advertido a Antonio que «para este sábado parece ser que hay una reunión convocada en el ayuntamiento para valorar tu permanencia en ese puesto de trabajo. Es ya el tercer pueblo por el que pasas para ejercer de sepulturero, así que igual hay algo que no funciona o no gusta».
Antonio Silbert ha contestado que, de momento, «la reunión no va a tener lugar». Ha aprovechado para insistir en que él solo quiere «acercar a la gente a este tipo de trabajos, que hay mucho tabú. Yo no saco nombres de personas ni hago referencias a trabajos realizados, la verdad, y trato de hacerlo con sentido del humor, sin más, quitándole hierro al asunto».
Los tertulianos le han dado varias opiniones, todas ellas negativas en relación al trabajo que hace. Solo le han querido reconocer el hecho de que «has comprado materiales para que salgan más baratos los entierros. Lo haces con ilusión, está claro, pero igual esta no es la manera de dar visibilidad a tu profesión», han terminado refiriendo.
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