Dos solteros viven un momento muy incómodo en su cita por el motivo menos previsible: «He metido la pata»

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Mari Carmen Parra

Laura y Carlos mantuvieron una cita que no se desarrolló tal y como esperaba el programa

Llegó desde Soto del Real (Madrid) pidiéndole a Carlos Sobera «una mujer simpática, educada, con su punto aventurero, moderna y comprensiva». Por esa razón, el programa lo citó con Paloma (62), una madrileña residente en el municipio madrileño de Algete cuya carta de presentación en el restaurante fue definirse como «abierta, comunicativa e independiente». Viaja sola sin ningún problema y tiene una familia maravillosa, pero le gustaría también tener a su lado una pareja estable-

Alberto y Paloma empezaron la cita con muy buena comunicación. Y es que los dos están acostumbrados a los avatares de la vida, y eso les dio también muchas ganas de hablar y conocerse. La soltera resultó una caja muy positiva de sorpresas. Además de taxista, le contó a su compañero de velada que casi habían compartido profesión, pues tuvo durante 30 años un taller mecánico de camiones.

El interés mutuo fue de menos a más. Sin embargo, Alberto casi arruina la cita al confesar que no es nada futbolero y que incluso lo ve un tanto politizado. Todo lo contrario a Paloma, hincha «del mejor equipo» dicho por ella. Calificándolo de es forma, el soltero creyó que se trataba del Real Madrid, pero ella hablaba de uno de los grandes rivales de la formación merengue, el Atlético.

Consciente de que el lapsus podía acabar con las posibilidades de conquistarla, enseguida pidió perdón muy apurado. «He metido la pata, porque como no entiendo…», se justifico. Ella, pese a todo, le vio el lado positivo de que no le gustara el fútbol: así no le quitaría nunca la razón cuando comentara los partidos.

Pero él no lo interpretó de esa manera. En el momento en que Paloma verbalizó que a estas alturas de su vida solo quiere una relación seria, el interés de Alberto por ella se evaporó. Demasiado compromiso. Según él, estaban en partidos diferentes, así que no quiso tener una segunda cita.