El estremecedor relato de Bárbara Rey sobre el infierno que vivió con Ángel Cristo: «Me disparó»

Pero nada más recibirla con un abrazo, Risto Mejid e quiso saber a qué atenerse con la invitada. «Mi primera pregunta es precisamente sobre la conversación. Si vienes a contar o vienes a insinuar, porque yo he visto a Bárbara Rey muchas veces en entrevistas insinuando cosas , y yo quiero que vengas aquí a contar. Piensa que esto es el Chester, aquí han contado, cosas, confidencias. Entonces esa es mi primera pregunta. Si vienes a contar o a insinuar», recalcó el publicista. Contundente, la protagonista aclaró que efectivamente, esta vez iba a contar.

Uno de los capítulos de su vida que más controversia ha generado últimamente es la relación que mantuvo en el pasado con el Rey, Juan Carlos I . El presentador, dispuesto a despejar interrogantes, le preguntó sobre cómo se conocieron, algo que jamás ha contado. Fue el Rey quien se puso en contracto con ella y se vieron por primera vez en una entrevista en la Casa Real a principios del año 77. «Él me localizó, me llamó. Yo estaba trabajando, llamó por teléfono a mi casa, entonces vivía con una amiga y secretaria, cuando llegué me lo dijo y yo no me lo creí».

Más adelante volvió a intentar ponerse en contacto con ella, y esta vez la actriz estaba en casa. «Se lo trabajó, muchísimas llamadas, en las que una no sabe qué hacer porque es muy difícil, en qué puede repercutir. Me parecía como imposible y también tenía miedo, que al decir que no, yo que había trabajado tanto y había tenido tanto existo, que no... Creo que podía influir negativamente. Me dijo que era muy guapa, me gustaría vernos y ahí empezó todo», reveló la invitada.

También quiso saber el presentador por qué grabó en secreto al monarca. Bárbara Rey se defendió contraatacando y descartando culpas propias. «Tengo dos o tres conversaciones con él porque a mí me estaban grabando en otro lugar. Lo hice por su mal comportamiento. Se portó muy mal conmigo. Me perjudicó enormemente a nivel profesional. Me vetó en TVE», esgrimió.

Además, Risto indagó acerca de sus sentimientos por don Juan Carlos. «Él era muy guapo en aquel momento, ha sido muy atractivo. En aquel momento fue en el que empezó a estar mejor físicamente, empezó a cuidarse», respondió la 'vedette', reconociendo que sí estuvo enamorada de él. «Es muy difícil, al principio yo sí... pero después vas viendo las cosas de otra manera y después no es lo mismo», se sinceró. Según ella, estuvieron juntos hasta que conoció a Ángel Cristo .

Su matrimonio fue el otro tema importante sobre el que giró la entrevista. Bárbara Rey ha contado repetidas veces el infierno que vivió los nueve años que estuvo casada con el domador, pero los detalles escabrosos de la relación parecen no terminar nunca.

Acto seguido de reconocer que se ha vuelto a enamorar de su exmarido otra vez, el presentador le preguntó directamente si la había maltratado alguna vez. «Mucho. Muchísimo. Casi desde que me caso con él, desde mi primer embarazo», enfatizó la invitada. Es consciente de que debería haberse separado nada más nacer su hija, Sofía Cristo , pero pese al continuo maltrato físico y psicológico, aguantó nueve años. «Porque le quería muchísimo, y también por pena. Ángel me quería con locura, pero no sabía quererme y yo sabía que él iba a sufrir muchísimo si lo dejaba. Yo ya había empezado a dejar de quererle. Se habría vuelto más loco de lo que estaba», agregó.

Y cuando quiso alejarse de su verdugo, quienes debieron protegerla a ella y a sus hijos le dieron la espalda. «Cuando denuncié, no me hicieron caso, se reían. Me decían que ya sabían cómo era. Les dije: 'Es que creo que me va a matar'. Y nada».

«Ahí sí que yo vi la muerte», relató, describiendo su miedo. «Se volvía loco y el revólver no lo dejaba nunca». Asombrado por la magnitud de lo que Bárbara Rey estaba contando, Mejide preguntó si la había llegado a encañonar. «Sí, incluso me disparó una vez, me disparó a las piernas. Supongo que para destrozármelas, por aquello de 'las piernas de Bárbara Rey '. Pero yo doblé las piernas y logré esquivarla».