Antonio Orozco se emociona recordando a su madre: «Siempre estoy pensando en ella»

Para esta nueva etapa del programa se formaron ocho tríos musicales que interpretaron juntos la misma canción, cada trío formado por aspirantes del mismo equipo. Tras la actuación, el coach encargado de capitanear el equipo debió de elegir quién de los tres era merecedor de pasar a la siguiente fase . Con esta dinámica, era de esperar que la tensión estuviese a flor de piel durante toda la gala y que los concursantes fuesen un manojo de nervios.

De este modo, ocho concursantes de cada equipo lograron superar la primera parte de las batallas, que concluirán con el decisivo último asalto . Antes de empezar la batalla, La Voz Kids emitió algunas imágenes de las reuniones que los coachs mantuvieron con sus respectivos equipos. Melendi demostró ser, de largo, el más niñero de los tres . El cantante asturiano les regaló un muñeco de un guerrero a cada uno de los aspirantes y se tiró casi toda la reunión bailando y bromeando con ellos.

Antonio Orozco, por su parte, quiso apuntar más al corazón de los miembros de su equipo. El artista había conseguido u na foto familiar de cada uno de ellos y se la entregó durante la reunión para recordarles la importancia de la familia en la carrera de cualquier músico. También enseñó una foto suya de niño junto a su madre y, al borde de las lágrimas , habló de ella como «una mujer trabajadora que es un espejo en el que mirarme. Mi madre de queja de que no la llamo, pero n o hay ni un solo momento en el que no piense en ella ».

En cuanto dieron comienzo las actuaciones quedó patente que muchos de los pequeños se estaban visto abrumados por la situación . No faltaron los gallos, los a hogos, los olvidos de letras ...algo comprensible si se tiene en cuenta la edad de los cantantes. Los coaches, eso sí, en todo momento respaldaron a los aspirantes, dándoles ánimos y asegurándoles que lo habían hecho genial en el escenario.

Los coaches pasaron buena parte de la noche lamentándose de lo difícil que estaba siendo su tarea esa noche, pues cada una de sus decisiones suponía descartar a otros dos aspirantes . La gala estuvo así regada en lágrimas de concursantes frustrados y de pucheros infantiles que rompieron el corazón de los coaches . Al final del concurso, 24 aspirantes en total, ocho de cada equipo, ya empezaban a mentalizarse para afrontar la fase final del programa que tal vez les haga cumplir su sueño de vivir de la música.