La escena de acción de Álex González que casi le cuesta la vida

Amigable y sonriente como suele, el madrileño ha charlado con Pablo Motos sobre los pormenores de la serie. Compuesta por cuatro capítulos de 50 minutos, la nueva sensación de la ficción española se inspira en una historia real sucedida en 2019. «Interceptaron en Europa el primer narcosubmarino, llegado desde Brasil. La travesía consistía en atravesar los 3.000 kilómetros del Amazonas, más los 6.000 del Atlántico. Realmente esta persona, Agustín, lo consiguió, pero la Guardia Civil lo pilló en la Ría de Vigo», ha contado González.

El semi sumergible en cuestión está fabricado de manera artesanal, con fibra vidrio. Por eso el intérprete recalca la hazaña. «Es una ficción sobre el narcotráfico, pero para mí el acento está en la historia aventuras. Es algo épico, comparable con Cristobal Colón o Magallanes . Y es que este tipo hace algo tan extraordinario como atravesar el Atlántico en una cascarria de fibra de vidrio y sorteando a las autoridades».

No al mismo nivel que en la verdadera odisea, pero el rodaje tampoco fue un camino de rosas para los actores.«Grabamos el interior de varios submarinos ubicados en un plató. Nosotros estábamos 12 horas al día y sentíamos angustia, no sé cómo pudieron aguantar cuatro semanas ahí encerrados».

Además, se marearon muchísimo en en el proceso. «La verdad es que la producción era fantástica, porque pusieron unos hidráulicos para que hiciera el efecto del submarino moviéndose. Pero como la cámara se movía también, no se reflejaba ese vaivén». Así que sobre la marcha se dieron cuenta de que la solución era moverse ellos mismos. «Es algo dificilísimo, encima a la vez diciendo el texto», ha bromeado.

Por si fuera poco, González tenía que imitar el acento gallego, un reto que le causó al actor varios quebraderos de cabeza por vergüenza. «Siempre digo que hay dos tipos de aprendizaje: cuando te dicen que no eres capaz e intentas demostrar que sí, y cuando alguien te dice que eres capaz». Álex González forma parte de lo segundos. «La productora, Mamen Quintas , me dijo que podría con ello. Y como ella lo pensaba, terminé haciéndolo».

Siguiendo con las anécdotas del rodaje de la serie, el intérprete ha narrado qué pasó en la escena más difícil y peligrosa de la producción. No por la secuencia en sí misma, sino debido a una imprudencia por cuyo desenlace casi no lo cuenta. «No soy un actor de método, pero sí que es inevitable que cuando estás 12 horas al día grabando y otras 12 en casa intentando meterte en la piel de alguien que no eres tú, llega un momento en el que te lo terminas creyendo», ha admitido.

Y él acabó asumiendo que era un experto marinero en lanchas. «Íbamos navegando a casi 60 nudos, a toda velocidad. Era un cohete. En un momento dado se nos cayó el walkie al agua y no escuchábamos nada».

El director, desde el barco, de apoyo animó a la embarcación conducida por Álex González a acercarse a recoger el otro aparato. Sin embargo, se arrimó demasiado. «Como es de goma la lancha, nos dimos contra el barco, saliendo rebotados. Casi nos matamos. Nuno Lopes , el otro actor que iba conmigo, estaba pálido y casi no podía ni romper a llorar». Gajes del oficio...y de meterse tanto en el personaje.