David Beriain: «En Sicilia es imposible ganar soslayando a la mafia, por su capacidad para movilizar votos»

En la última temporada, el espacio producido por 93Metros ya había hablado de la camorra. Ahora se adentra en otras organizaciones menos conocidas. «La Ndrangheta es la gran mafia europea y la Sacra Corona Unita, la más nueva, que controla el tacón de la bota», relata. La primera, explica Beriain, «es muy antigua y ha sufrido una gran transformación. Estaría entre la tercera y la cuarta empresa de Italia . Controla el 80% del tráfico de cocaína en Europa. Es muy cerrada. El silencio es tremendo, apenas tiene delatores arrepentidos, porque casi siempre se entra por lazos directos de sangre».

La Ndrangheta nació en Calabria y se ha ido expandiendo. Beriain y su equipo se centran en su presencia en Milán: «Durante años, la mafia en el norte era una especie de tabú, pero necesitaban estar donde está el dinero. Allí aprendieron de los errores de otras mafia s y que el silencio es la mejor manera de operar. Es la única del mundo a la que los carteles colombianos les fían. En el mundo criminal son el equivalente a un banco alemán. Saben que no tienen que matar tanto porque es malo para el negocio, pero mantienen la intimidación y un poder corruptor para condicionar a las instituciones».

En el caso de la Cosa Nostra siciliana, el equipo siguió un envío de droga en el estrecho de Messina. «La organización vive tiempos de transformación. Acusó los golpes del Estado cuando se enfrentó en los 90 a los jueces Falcone y Borsellino y aprendió que es mejor ser el sistema que luchar contra él».

Beriain añade que «es un error pensar que todo es parte de lo mismo». «Nosotros llamamos mafia a todo el crimen organizado italiano, pero cada una responde a una manera muy particular de ser. La Camorra tiene una personalidad muy horizontal. Fructifica en el caos. La Ndrangheta es piramidal, jerarquizada. Es un sistema perverso, nacido en territorios donde el Estado no ha estado tan presente. Funcionan porque son efectivos a la hora de resolver los problemas de la gente. Se convierten en estados dentro del Estado . En Sicilia es imposible ganar soslayando a la mafia, por su capacidad para movilizar votos», concluye.