Cócteles molotov y la masacre de la guerra: el difícil camino de Kalush Orchestra hasta Eurovisión

Igual que ahora Kalush Orchestra, el grupo que representa a Ucrania en Eurovisión . La música, una vez más, como vía de escape, o como salvoconducto, para huir de la masacre que la invasión rusa ha provocado en su país. Mientras el resto de artistas que participan en el certamen meditan la puesta en escena de su actuación, el grupo ucraniano se postula, según las encuestas, a ganarlo sin apenas ensayos, ya que al ser hombres mayores de edad han podido formar parte activamente del conflicto.

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El vocalista de Kalush Orchestra, Oleh Psiuk, aseguró hace unos meses que no podía disfrutar de Eurovisión como el resto de concursantes. La mayor preocupación del cantante, que lidera un grupo de veinte voluntarios que reparten medicinas y ayuda a sus compatriotas a huir del país, eran sus seres queridos. «La guerra me ha separado de mi novia. Está a 300 kilómetros de mí. No podemos encontrarnos porque es muy peligroso. Ella espera en un búnker mientras yo estoy aquí y las sirenas de los ataques aéreos están sonando continuamente», dijo a Reuters.

Mientras la candidata española Chanel se ponía a tono en la cinta de correr para ofrecer la mejor versión de su 'Slo-Mo' o el italiano Mahmood aspira a revalidar la victoria de Måneskin , la novia de Oleh Psiuk preparaba cócteles molotov y otro de los integrantes del grupo formaba parte de una de las unidades de defensa territorial ucranianas. Y todos los miembros de Kalush Orchestra ensayan por separado su canción, 'Stefania', convertida ya en himno del conflicto.

Dos realidades que colisionan por la situación política del país, invadido por Rusia en un conflicto internacional que da un nuevo caladado al certamen europeo, que se debate entre ser cortina de humo o acicate político contra una inminente guerra. Entre el espectáculo de luces y brillantina y la victoria casi asegurada de Ucrania, que no gana en Eurovisión desde que Jamala se impuso en 2016, polémica con Rusia mediante, Kalush Orchestra sigue fiel a sus ideas, como los violinistas del Titanic.

« No hay garantías de que esto no le pase a otros países . Nosotros también pensábamos que no nos pasaría... Queremos que la paz llegue a Ucrania», sentenció Oleh Psiuk, para quien lo importante del festival musical es el altavoz para concienciar al público sobre las dimensiones del conflicto. «No importa en qué circunstancias vayamos a Eurovisión , trataré de ser útil a Ucrania. Incluso si la guerra acabase en un futuro cercano, no será fácil de ningún modo porque necesitaremos mucho tiempo para reconstruir. El país está en ruinas».