El lucrativo legado de «Juego de tronos»

La fortaleza de Invernalia, donde tantas penurias pasó la familia Stark, el Trono de Hierro al que tanto se aferra la pérfida Cersei Lannister o el Castillo Negro donde la Guardia de la Noche se cobija del frío y se esconde de los letales Caminantes Blancos. Menos la nieve, casi todo cobrará vida en «El legado de Juego de tronos», una iniciativa de HBO que, tras finalizar el rodaje de la última temporada de la serie, convertirá varias localizaciones de Irlanda del Norte en atracciones turísticas. El Poniente creado con tinta por George R.R. Martin cobrará vida a «una escala y extensión más grandes que cualquier cosa que haya visto el público», anunció la compañía en un comunicado.

Un proyecto que refleja el interés que la serie ha despertado en los espectadores, que multiplicaron sus visitas a lugares donde la ficción asentó sus bases, como las españolas San Juan de Gaztelugatxe (Vizcaya) -la ficticia Rocadragón donde nació Daenerys de la Tormenta- o el Castillo de Zafra (Guadalajara), donde nació uno de los mejores secretos de este mundo medieval.

Según la información de HBO, en este inédito parque temático cada localización albergará «decorados utilizados el rodaje, así como los vestuarios, armas, archivos de rodaje, modelos y otros materiales usados en la producción». Los seguidores de «Juego de tronos» podrán, además, recorrer Linen Mill Studios, a 40 kilómetros de Belfast y donde se ha rodado gran parte de la serie, o experimentar los efectos especiales de «Juego de tronos», esos que tantos premios le han valido a la ficción.

«HBO está encantada de celebrar el trabajo del equipo creativo de “Juego de Tronos” al preservar estos lugares e invitar a los fanáticos a visitar Irlanda del Norte y explorar Poniente en persona», dijo Jeff Peters, vicepresidente de licencias y ventas de la compañía. Y para los que prefieran viajar con la imaginación, la compañía, reacia a dejar escapar su gallina de los huevos de oro, ya prepara spin-offs de la serie.