La incómoda metedura de pata de Paz Padilla al pensar que había terminado de grabar
La actriz y presentadora, que compartió un directo en Instagram junto a Pablo Chiapella, llegó a hablar de una compañera de «La que se avecina» sin percatarse de que el vídeo seguía grabando
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«La que se avecina» no gana para disgustos. Después de la sorprendente noticia de su estreno, antes en Amazon que en Telecinco, se filtraron los capítulos de la última temporada en YouTube. Pero no es la única mala nueva de los vecinos ... de Montepinar... ya que un micrófono abierto le ha terminado jugando una mala pasada a una de las protagonistas de la serie.
En esta ocasión nada tuvo que ver el incidente con un telediario o un presentador que, pensando que ya no está en directo, habla de cualquier cosa ajena a la información que presentaba. No sería la primera vez. La «despistada» esta vez ha sido Paz Padilla , en un directo de Instagram durante el rodaje de «La que se avecina» .
Junto a Pablo Chiapella y en uno de los descansos de la grabación de la segunda mitad de la duodécima temporada de la ficción , hablaron de la «nueva normalidad» y de cómo estaba la situación ahora que el coronavirus había permitido retomar los rodajes. Sin embargo, cuando terminó la conexión —o eso pensó Paz Padilla—, la también presentadora de «Sálvame» le espetó a su compañero: « Con que tú hagas esto... tonterías: estoy en el supermercado , voy al parque, no sé qué no sé cuánto...».
Inconscientes de la situación, ambos actores continuaron charlando sobre Instagram y la dedicación que requiere. Tanto, que incluso mencionaron a su compañera en «La que se avecina» Vanesa Romero, que compagina su trabajo como actriz con la de influencer en la red social. «¿Tú no has visto a la Vanesa? ¿Por qué está Vanesa todo el día con esto?» , se preguntaba Paz Padilla. Chiapella, ajeno también a que el micrófono seguía retransmitiendo su conversación, se aventuró a decir: «Porque le dará pasta también, ¿no?».
Menos mal que fue una conversación «inocente», dentro de lo que cabe, y no ponían a caldo al resto de compañeros, porque de hacerlo nadie les hubiese librado de una justificada guerra vecinal en el Mirdor de Montepinar. Ni una derrama hubiera dado tanto juego en la comunidad.
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