TVE homenajea a Torcuato Fernández-Miranda, el guionista de la Transición

«Torcuato era un estratega, con sus luces y sus sombras. Él quería partir de la ley para llegar a la ley, y no provocar una ruptura que podría ser más traumática. Destruyó el sistema desde dentro, y eso me pareció muy interesante», cuenta Helena Medina, guionista de la cinta dirigida por Silvia Quer y producida por Visiona TV que acaba de comenzar su rodaje en Barcelona. Completan el reparto Fernando Andina , que dará vida al Rey; David Selvas , que será Adolfo Suárez; Toni Sevilla , en el papel de Alfonso Armada; Francesc Albiol como Manuel Fraga y Blanca Apilánez como Carmen, mujer de Fernández-Miranda.

«De la ley a la ley», casi un «thriller político» según su autora, comienza con el atentado contra Carrero Blanco y se extiende hasta el anuncio de las primeras elecciones democráticas. «Cuando me encargaron el guión empecé a documentarme con “El guionista de la Transición”, el libro que escribió Juan Fernández-Miranda -periodista de ABC- sobre su tío abuelo y vi el documental de Victoria Prego, entre otros», recuerda Medina, que ha contado también con la ayuda de un experto en protocolo.

Guionista también de «23-F: el día más difícil del Rey», Medina es consciente del atractivo de la época. «En esos años se produce un cambio brutal en la política y la sociedad. Además, la mayoría de la gente que lo vivió no ha muerto. Es interesante descubrir detalles que no son tan conocidos, como el papel de Torcuato», apunta la escritora. «Estos productos son una manera fácil e interesante de aprender , porque mucha gente que lo ve como película nunca lo vería como documental. Este último es más objetivo , mostraría muchas más cosas. En cambio, las series se centran en un personaje y lo explican con otras técnicas», añade.

Poco a poco, al menos, se salda la deuda de la ficción española con la política. «En España no tenemos una tradición de series políticas y cuando la gente las ve tiende a juzgarlas como si fueran documentales, pero los objetivos son distintos», concluye Medina. «Las cadenas piensan en lo que puede gustar a su público y no creen que la política forme parte de esa categoría».