'Fontaneros' de cine: las cloacas en el celuloide
Las caras ocultas detrás del poder a las que han dado vida celebérrimos intérpretes resultan muy atractivas desde el punto de vista cinematográfico
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David Felipe Arranz
Desde los conflictos bélicos a la especulación inmobiliaria, pasando por el soborno de jueces y fiscales, los 'fontaneros' del poder a los que han dado vida celebérrimos intérpretes han resultado cinematográficamente muy atractivos. El 'fontanero' del poder maneja y soluciona problemas de forma ... pragmática en el ámbito político o del poder, y sus tentáculos y conexiones para manipular o negociar resuelven los apuros del político de manera discreta.
En 'Los idus de marzo' (2011) de George Clooney, el joven idealista Stephen Meyers (Ryan Gosling) trabaja en la campaña presidencial del candidato Mike Morris (George Clooney) y descubre sus maniobras. Junto a Paul Zara (Philip Seymour Hoffman) manipula y establece estrategias y alianzas para ir ganando influencia en la campaña, como un buen fontanero que opera en campañas políticas, llegando a traicionar a su jefe si es necesario.
Corrupción
Un caso extraordinario resulta el de 'El político' (1949) de Robert Rossen, basada en la novela 'Todos los hombres del rey' y que protagoniza Willie Stark (Broderick Crawford), un hombre honrado y valiente que sufre una transformación al entrar en política y descubre que ha de jugar sucio si quiere prosperar. Tras ser elegido gobernador y convertido en un ser corrupto hará lo que sea para permanecer en la poltrona del poder. Jack Burden (John Ireland) es el narrador, un periodista convertido en asistente personal de Stark que realiza tareas éticamente cuestionables, como investigar los trapos sucios de los oponentes de su líder. La segunda versión cinematográfica de la novela, 'Todos los hombres del rey' (2006) de Steven Zaillian, también sigue de cerca el ascenso de Willie Stark (Sean Penn) y de su asesor Jack Burden (Jude Law).
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Algo parecido sucede en 'El candidato' (1972) de Michael Richtie, con Bill McKay (Robert Redford), un idealista que se postula al Senado, pero que se ve atrapado en las manipulaciones de su equipo de campaña, dirigido por Marvin Lucas (Peter Boyle), el estratega, un fontanero del poder de pura cepa que moldea la imagen de McKay para hacerla más competitiva contra la del senador titular, Crocker Jarmon. A medida que la campaña avanza, Lucas empuja a McKay a suavizar sus posturas progresistas y a adoptar tácticas más conservadoras para atraer más votantes. Las decisiones de Lucas, como editar discursos o manejar la imagen de McKay, obrarán el 'milagro' de la transformación de McKay de un 'outsider' idealista a un candidato absorbido por el sistema.
Entre los fontaneros lobistas asociados a negocios como el de las armas o el de la construcción, destacan especialmente dos: 'El caso Sloane' (2016) de John Madden, en la que Elizabeth Sloane (Jessica Chastain), una lobista implacable, manipula el sistema político para impulsar una ley de control de armas. Sloane es la definición de una fontanera que usa tácticas agresivas y conexiones para influir en legisladores en el mundo del lobbying.
Especulación
En 'Las manos sobre la ciudad' (1963) de Franceso Rossi, Edoardo Nottola (Rod Steiger), concejal del Ayuntamiento de Nápoles, además de ser miembro de todas las comisiones relacionadas con la construcción, ejerce como magnate del negocio inmobiliario. Respaldado por los concejales del centro y la derecha, se dedica a la especulación sin disimulo, favorece sus propios proyectos inmobiliarios y promueve desarrollos de lujo que lo benefician por encima del bienestar público.
Otros destacados fontaneros aparecen en 'La cortina de humo' (1997) de Barry Levinson, inspirada en el escándalo Lewinsky: dos de los fontaneros del presidente (Robert De Niro y Anne Heche) se ponen en contacto con un productor de Hollywood (Dustin Hoffman) para crear una cortina de humo: una guerra en Albania a la que el mandatario pueda poner fin heroicamente ante las cámaras de televisión. También en 'La guerra de Charlie Wilson' (2007) de Mike Nichols, basada en hechos reales, el congresista Charlie Wilson (Tom Hanks), mientras orquesta el apoyo encubierto a los muyahidines en Afganistán durante la Guerra Fría, manipula las redes políticas y de inteligencia junto a su colaboradora Joanne Herring (Julia Roberts) para mover hilos a nivel internacional y llevar al país a una guerra.
Donde los fontaneros resultan más eficaces es en el fragor de la campaña política. En 'Primary Colours' (1998) de Mike Nichols, inspirada en la campaña de Bill Clinton, un gobernador sureño (John Travolta) y su equipo navegan escándalos y estrategias políticas. Libby Holden (Kathy Bates) y Richard Jemmons (Billy Bob Thornton) son los dos fontaneros que manejan las crisis y manipulan, resolviendo problemas y controlando daños en todo momento al precio que sea. Aunque acaso el más famoso sea 'Garganta profunda' (Hal Holbrook), el fontanero anónimo que se veía a solas en un oscuro garaje con Bob Woodward (Robert Redford) en 'Todos los hombres del presidente' (1976) de Alan J. Pakula.
Tráfico de influencias
Y, por último, también las cloacas de la judicatura se han visto representados en la gran pantalla con una joya poco conocida, 'Alias Nick Beal' (1949) de John Farrow, en la que Nick Beal (Ray Milland), una figura diabólica, tienta al fiscal Joseph Foster (Thomas Mitchell) para que abandone sus principios éticos, incluyendo el tráfico de influencias o encubrir actividades ilícitas. Y en la extraordinaria 'Michael Clayton' (2007) de Tony Gilroy, el protagonista (George Clooney) trabaja para un famoso bufete de Nueva York especializado en resolver problemas legales de clientes poderosos. Michael minimiza daños, negocia acuerdos extrajudiciales, presiona a testigos o gestiona la imagen pública del cliente, usando su conocimiento del sistema legal para evitar que la verdad salga a la luz.
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