Los cuatro directores españoles con opciones en los Oscar se quedan fuera de las nominaciones

Los cuatro directores, en un reciente encuentro en la Academia de Cine, celebraban este pequeño éxito del cine español y confiaban en que al menos uno de los cuatro pudiera llegar a la alfombra roja de Los Ángeles. Pero no lo han conseguido. En la carrera, les han adelantado 'An Irish Goodbye', 'Ivalu', 'Le Pupille', 'Night Ride' y 'The Red Suitcase', las cinco nominadas de su categoría.

El año pasado, un cortometraje español, 'El limpiaparabrisas', de Alberto Mielgo, se hizo con el premio Oscar a mejor cortometraje de animación . Hubiera sido un éxito impresionante para la industria española colocar dos piezas de directores patrios en la alfombra roja dos años consecutivos. Pese a la decepción de este martes, el mundo del corto hecho aquí sigue gozando de una gran salud y de un inmejorable prestigio en el extranjero.

Los cuatro cineastas se unen a una larga lista de cortometrajistas españoles que en los últimos años han estado con peso en la carrera hacia el Oscar, aunque sin lograr la fortuna de sus predecesores que sí llegaron a codearse con las grandes estrellas de Hollywood durante la noche de los Oscar. Abrió la veda hace más de dos décadas Juan Carlos Fresnadillo con ‘Esposados’, y ahora, ya asentado en Hollywood, dirigirá a Millie Bobby Brown y Robin Wright en ‘Domsel’. En 2004, un todavía desconocido Nacho Vigalondo demostraba ser el ‘outsider’ más querido al llegar a la alfombra roja de los Oscar con su corto ‘7:35 de la mañana’ . Su talento llegó al largo para trabajar con estrellas como Anne Hathaway o Elijah Wood. Hay más directores que se sentaron en el Dolby Theatre buscando la gloria del Oscar: en 2006 estuvieron nominados Javier Fesser con ‘Binta y la gran idea’ y Borja Cobeaga con ‘Éramos pocos’; España volvió a rozar la estatuilla en 2012 con ‘Aquel no era yo’, de Esteban Crespo; y más tarde con ‘Timecode’, de Juanjo Giménez y ‘Madre’, de Rodrigo Sorogoyen. Pero la gloria definitiva llegó el año pasado, con ‘El limpiaparabrisas’, de Alberto Mielgo, que se hizo con el premio a mejor corto de animación. «A los directores españoles se les valora mucho en Estados Unidos desde hace ya tiempo», presumió el cineasta José Pozo, que celebró el nivel «muy alto» de sus compañeros.

Los cineastas españoles no se consideraban rivales, sino compañeros de maratón -«cabemos los cuatro entre los cinco nominados», decían confiantes- y, aunque por entonces no se atrevían a hacer un pronóstico, sí celebran que el corto español -agrandado bajo la mirada de Hollywood- haya sido parte «del mejor año del cine español». Porque a veces, quedarse a las puertas de la gran gala de los Premios Oscar , es ya en sí mismo un reconocimiento, aunque solo sea por la atención mediática que han recibido.