Hugh Grant: «De joven me pagaban mucho. La avaricia pudo conmigo»

El intérprete protagoniza 'Heretic', un thriller psicológico sobre la religión que le permite afrontar la madurez desde un registro diferente

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La inesperada confesión de Hugh Grant

Hugh Grant, en 'Heretic'

Lucía Cabanelas

Madrid

29/12/2024
Actualizado 30/12/2024 a las 04:43h.

Parece que el tiempo no pasa por Hugh Grant y, sin embargo, poco queda ya de aquel galán torpe que tartamudeaba con cada conquista. A sus 64 años, tiene la piel algo ajada y el pelo moreno salpicado de gris, pero el encanto sigue inalterable, ... igual que sus ojos, de un azul que hiela. Cosas de la materia y del atractivo británico, resistente al frío y quizás por eso también a los estragos de la edad.

Eso sí, Hugh Grant ya no es el mismo que era: tres décadas después de conquistar a Andie McDowell y convertirse en una estrella de las comedias románticas no asoma en su actitud un atisbo de aquellas dudas con las que, indeciso y mirando hacia abajo, siempre se llevaba a la chica. El intérprete mira a los ojos y responde como se dispara, directo, al objetivo. Dice que ahora, en su madurez, ya no se guía tanto por las posibilidades de éxito como por el reto que entrañe el papel, y quizás por eso aceptó protagonizar 'Heretic', un thriller psicológico con la religión en el foco. «La edad te obliga a arriesgar y, además, disfruto mucho haciéndolo. Yo prefiero tratar de sacar adelante personajes como el de Mr. Reed —un psicópata que engatusa a unas jóvenes mormonas para torturarlas mentalmente, hacerlas dudar hasta de su fe—; creo que cualquier actor te diría que los villanos son más divertidos», cuenta a ABC en una visita promocional a Madrid.

Aprovecha la temática de la película, que se estrena en España con el año nuevo, para ponerse trascendental, otra faceta que tampoco había podido cultivar antes. «Mis opiniones sobre la religión cambian constantemente. Nunca he podido creer que Jesús era hijo de Dios ni esas cosas, pero me he dado cuenta que los países católicos que visito parece que tienen una mejor experiencia humana que los protestantes. Algo ha permeado de la religión a la cultura que es muy valioso», dice.

Ya sin el uniforme de icono romántico con el que tanto hizo disfrutar a un sector del público, Hugh Grant se descubre como un actor que disfruta más haciendo sufrir que seduciendo. «Me encanta lo subversivo y original, en el pensamiento y en la forma», se escuda. Por eso, quizás, lleva años intentando desmarcarse de la filmografía amable del principio de su carrera. En los últimos tiempos, ha sido el Oompa Loompa de la nueva versión de 'Wonka', el villano de 'Dragones y Mazmorras', el capo de la película 'The Gentleman', de Guy Ritchie', y el asesino de la serie 'The Undoing'. «Me he sentido secuestrado por mi éxito en las comedias románticas, pero es mi culpa, debería haber dicho que no. Al principio de mi carrera, de joven, me pagaban mucho por determinados papeles, lo que lamento es no haber cuidado ambas facetas. La avaricia pudo conmigo, pero estoy orgulloso de haber sobrevivido a los papeles que he interpretado, nunca he sentido que ningún personaje era más fuerte que yo», reconoce Grant, que se resiste a mencionar los títulos que lo encumbraron. Ni rastro de 'Notting Hill', 'El diario de Bridget Jones', 'Love Actually'. El cambio de registro, justifica, le viene dado:«Ya tengo una edad. Eso es lo que me ofrecen».