Los secretos de '13 exorcismos', terror español inspirado en hechos reales

- Tras una larga trayectoria como director de fotografía, esta supone tu primera película como director. ¿Cómo llegas al proyecto?

- Me pasó el guion el productor Ramón Campos para que lo leyera. Antes de eso, ya había oído hablar un poco de este proyecto porque llevaba un tiempo moviéndose en Bambú.

- ¿Cómo fue ese proceso de investigación? ¿Pudisteis hablar con personas que han pasado por situaciones similares a las que relata la película?

- En realidad no hablamos directamente con nadie. Accedimos a la información a través de los informes del juzgado de varios casos distintos. Además de estos informes, hay varios libros en los cuales los exorcistas explican sus procedimientos y su metodología, y que están al acceso de cualquiera. Pero es verdad que nosotros tuvimos acceso a esos informes y había cosas que no pudimos meter en la película porque eran demasiado bizarras y marcianas.

- ¿Así que el guion es el resultado de mezclar varias historias distintas?

- Efectivamente. Esto está inspirado en un compendio de tres o cuatro historias de las que nosotros tenemos información de primera mano gracias a esos informes, y después hemos hemos incorporado más detalles que hemos sacado de estos libros escritos por exorcistas.

- 'Verónica', 'Malasaña 32', '13 exorcismos'... ¿Ha encontrado el cine español un filón en el terror inspirado en la realidad ?

- Pues no lo sé, la verdad. Una cosa que nos extrañaba y que fue uno de los motivos por los que este proyecto nos parecía interesante fue que no había ninguna película española sobre exorcistas. No sé si es por el respeto que se tiene a 'El exorcista' , pero el caso es que en España no existía este camino y decidimos empezarlo. Ojalá que se hagan más porque es un tema interesante y que da para mucho.

- ¿Cómo es tu relación con los fenómenos paranormales?

- Yo soy bastante incrédulo. No he sentido nunca este tipo de cosas. No me ha pasado jamás algo para lo que no pudiera encontrar una explicación.

- Hay un personaje, el de la profesora que intenta ayudar a Laura, que se niega a aceptar que lo que está sucediendo sea obra del diablo. ¿Dirías que ese personaje representa a todos esos espectadores que no se van a creer que este tipo de cosas suceden en el mundo real?

- Exactamente. Una de las cosas más interesantes de la película es que no trata de adoctrinar a nadie. Tratamos de ser imparciales y no posicionarnos. Cada uno tiene su opinión y creo que esto se refleja bien en la película. Por un lado, el espectador que crea en este tipo de cosas puede pensar que esto ha sido claramente obra del demonio y que todo esto ha pasado porque esta niña estaba poseída. Por el otro, las personas que no crean en esto considerarán que todo es una cuestión psicológica o psiquiátrica, o que ha sido producido por las drogas.

- Da la impresión de que el género de terror se está volviendo cada vez más tangible y pegado a la realidad. ¿Por qué crees que se está dando este fenómeno?

- No lo sé pero ese es el tipo de terror que más me interesa a mí: cuando se acerca a la realidad, a cosas palpables. En los últimos años en el cine español nos estamos acercando a un cine de terror más realista. Lo que nosotros reflejamos en la película pasa y puede estar pasando en tu propio edificio, en el piso de arriba. Es algo que da miedo porque no está sucediendo en un sitio lejano, sino que es algo muy palpable y que hace que el espectador se conecte mucho.

- Esa búsqueda de realismo también está en la puesta en escena...

- Lo que queríamos y teníamos claro es que todo fuera lo más realista, sencillo y válido posible. No queríamos que la fotografía se notara demasiado aunque, cuando pones la cámara en un sitio, ya estás manipulando la realidad porque ahí ya está presente un punto de vista. La verdad es que prácticamente el 90% de la película está hecha con luz natural. Toda la secuencia del exorcismo está iluminada con velas. Hemos hecho una fotografía muy realista y muy simple, en el mejor sentido de la palabra.

- La película contiene una buena dosis de sustos. ¿Cómo es el diseño de este tipo de escenas?

- Esto se diseña desde el guion hasta la postproducción. Es una parte transversal de la película, muy importante porque lleva mucho trabajo. Primero hay que crear situaciones que sean originales y que no se hayan visto 80 veces en las películas de terror e intentar que haya una buena dinámica y que el ritmo de los sustos sea el adecuado. Después hay que asegurarse de que las cosas sean plausibles porque hay efectos que te gustaría hacer pero que no son posibles. El rodaje de estas secuencias siempre es bastante tedioso porque hay una parte que hace la actriz, otra que hacen los especialistas y una pequeña parte que es digital y se incorpora en la postproducción junto a los efectos de sonido. Estas cosas siempre son muy laboriosas. Por ejemplo, el maquillaje del demonio requería de cuatro horas de caracterización.

- Para el papel de exorcista cuentas con José Sacristán en el que supone su debut en el cine de terror. ¿Cómo le convencéis para que se embarque en el proyecto?

- Así es. Es su primera participación en una película de terror aunque Pepe es un gran amante del género y del cine en general. La verdad es que no fue muy complicado convencerlo. El mayor inconveniente fue un problema de fechas porque Pepe es un hombre muy ocupado y nosotros teníamos un calendario bastante restringido. Al final, en un acto absoluto de generosidad que le agradeceré eternamente, movió sus fechas y pudimos cuadrarlo. En ese momento vi el cielo abierto porque tener a José Sacristán como exorcista era una garantía.

- Tienes a grandes actores en papeles secundarios pero la interpretación que sostiene la película es la de una joven de apenas 18 años (María Romanillos). ¿Cómo fue la búsqueda de la protagonista?

- A María la conocía de algún papel que había hecho en televisión. Hubo un casting y, entre todas las candidatas, apareció ella. María tiene algo que, ya de entrada, te llama la atención. Hablamos mucho antes del rodaje porque, además de ser buena actriz, era necesario que tuviera la cabeza muy bien amueblada ya que soportar una película sobre tus hombros cuando aún eres una niña no es nada fácil. Quería estar seguro de que ella podía y quería hacer este papel porque es muy intenso, muy físico y está el 99% del tiempo en pantalla haciendo cosas muy diversas tanto a nivel interpretativo como a nivel corporal.

- Las comparaciones con 'Verónica' van a ser inevitables . ¿En qué dirías que se diferencia tu película de la de Paco Plaza?

- No está mal que te comparen con 'Verónica' porque creo que es una grandísima película. En primer lugar, todo lo que tiene que ver con los exorcismos es algo que en esta película es una parte primordial pero que no está presente en 'Verónica'. Pero la diferencia más clara es que la historia no tiene nada que ver. La niña que interpreta María sufre 'bullying', está en una época complicada como es la adolescencia y forma parte de una familia que está atravesando un momento difícil. Esa historia es muy potente y me parece muy interesante de contar.

'13 exorcismos' llega a los cines el 4 de noviembre.