Loving Pablo
Pablo Escobar, el narco que se transformó en el personaje de ficción definitivo
Javier Bardem y Fernando León de Aranoa presentan hoy en la Mostra de Venecia su visión del criminal convertido ahora en icono de series y películas
F. Muñoz
Los arquetipos murieron con las series de culto. En « The wire » no había buenos y en « Los Soprano » el público terminó por amar a Tony, que era todo menos un ciudadano ejemplar. Los personajes dejaron de ser «blancos o negros» y ... los grises se tornaron de mil matices. Antes, en « El padrino » (1972), al personaje de Al Pacino se le empieza a odiar desde que se revela tan maligno como su padre. Claro, que todo era ficción. El giro llegó con «Narcos». El punto de vista de la serie era el de Pablo Escobar, y los grises empezaron a clarear tanto como la droga que vendía. El personaje, al que se le atribuyen más de 6.000 muertos reales a sus espaldas, se convirtió en un icono popular, una especie de héroe que el cine y las series exprimen hasta la última gota. El último ha sido Fernando León de Aranoa, que este miércoles está presentando en Venecia su « Loving Pablo » junto a Javier Bardem, el Escobar del filme.
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«Loving Pablo» se suma, además de a la ya mencionada «Narcos», a «Sobreviviendo a Escobar», otra producción de Netflix que centra su mirada en «Popeye» o «Alias J.J.», uno de los sicarios más crueles y efectivos de Escobar (mató a 300 personas). Esta serie se estrenó en su país en el Canal Caracol entre críticas por parte de las víctimas de los miles de ataques que el narcoterrorismo perpetró en el país porque, dicen, los espectadores acaban sintiendo la inevitable empatía con los protagonistas. Sin embargo, uno de los productores de la cadena, según recogió el medio colombiano «Semana», defendía la producción alegando que «hay muchas películas y libros sobre Hitler». La diferencia está en la humanidad con la que se retrata al narco colombiano.
Grandes producciones
El 2 de diciembre de 1993 moría Pablo Escobar . Desde ese momento, la vida del narcoterrorista pasó de las páginas de los periódicos a las pantallas, donde todo se ficciona y magnifica. El propio hijo de Escobar ha desmentido algunos de los mitos que han crecido a la sombra del legado que no pudo disfrutar su padre.
Desde 1993 hasta hoy se han hecho al menos siete producciones importantes con Pablo Escobar como personaje fundamental. Una de las primeras fue « Blow », en 2001, con Johnny Depp y Penélope Cruz en el reparto. Aquí la historia giraba en torno a uno de los hombres que llevaba la cocaína del clan Escobar hasta Estados Unidos, George Jung.
En 2012 llegaba la serie « Pablo Escobar, el patrón del mal », que acercaba el objetivo a la violencia salvaje e indiscriminada que ejerció en las calles de Colombia. Benicio del Toro se metió en la piel del narco en « Escobar: Paraíso perdido », una película de ficción prescindible para muchos en la que la sobrina de Escobar se enamora de un surfista americano que ha ido a descubrir la esencia natural de Colombia.
Así hasta este « Loving Pablo » con acento español. Bardem explicaba a Efe que «se han hecho muchas series y algunas películas, pero faltaba un ángulo un poco más preciso sobre la cabeza que cambió el juego del narcotráfico, que él inventó, un hombre muy brillante con un gran lado oscuro». Hace años le ofrecieron hacer de Escobar y aunque rechazó el papel, le hizo interesarse por la figura del narco. «Pero buscaba una película más poderosa, con más cuerpo y más profundidad sobre quién era ese tipo».
Además, hasta cuatro documentales han profundizado, con mayor o menor objetividad, la vida del «patrón»: « Los Archivos privados de Pablo Escobar », « Pablo, ángel o demonio », « Pecados de mi padre », « Los Tiempos de Pablo Escobar: Lecciones de una Época ».
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