José Luis Cuerda, Nicole Kidman y una copa de vino Ribeiro

José Luis Cuerda produjo a Amenábar su cortometraje «Luna» (1995) y sus tres primeras películas «Tesis» (1996), «Abre los ojos» (1997) y «Los otros» (2001). Con 29 años, tenía en casa el Goya a mejor director novel, mejor película, mejor director, mejor guion... Y sumaba 25 nominaciones. Y el padrino José Luis Cuerda, que ya peinaba canas y de ganar premios sabía un rato, estrenaba un hito en su carrera como productor. Una anécdota imprescindible que el manchego contó desde aquel año 2000 en cada entrevista: «Los otros» fue la única película con la que de verdad había hecho dinero. Contratar a Nicole Kidman les había abierto las puertas del planeta cinematográfico, además de llamar la atención del público de todos los países.

«Los otros» recaudó en la taquilla global 209 millones de dólares . Y José Luis Cuerda celebró su «blockbuster» con una copa de vino blanco. Aunque para brindar tuvo que esperar unos meses. Los que tardó en crear su propia bodega en la parroquia de Gomariz, en el municipio orensano de Leiro . La fundó en el año 2002 después de rehabilitar un viejo caserón del siglo XV. Su vino blanco de Ribeiro fue el brindis definitivo a su carrera , y su bodega, el capricho al que se entregó en los últimos años con la misma pasión que puso en sus múltiples facetas, de escritor a cineasta.

José Luis Cuerda fijó su mirada en la ribera del río Avia en 1999, durante el rodaje de « La lengua de las mariposas » (película en la que Alejandro Amenábar compuso la música). «Se enamoró de su luz», recordó ayer el exalcalde de O Carballiño Pachi Vázquez a Efe.

La bodega a la que tanto se entregó José Luis Cuerda es la de Sanclodio, un vino que nace en las seis hectáreas de viñedos que con tanto cariño cuidó el cineasta. Un vino Denominación de Origen Ribeiro cuya añada de 2016 quedó entre las cuatro mejores de España. «Hacer un vino y una película tienen mucho en común. Para llevarlas a cabo necesitas tranquilidad, ponerle mucha entrega y saber lo que se quiere hacer», dijo a ABC durante el homenaje que el Festival de Cine de Betanzos preparó al manchego.

Pasear por aquellas vides era un regalo que José Luis Cuerda hacía a sus ilustres invitados, de cineastas amigos a periodistas desconocidos, aunque llevaba unos meses sin visitarlas. Pero todos los que alguna vez le visitaron salían de la finca con una botella bajo el brazo tras una buena mañana de charla con el creador de « Amanece, que no es poco ». De aquellas entrevistas, los que las vivieron recuerdan que era difícil sacar a Cuerda de las explicaciones brillantes sobre el universo bodeguero que allí creó.

El martes, el Ayuntamiento de O Carballiño se sumó también a las condolencias y trasladó su «hondo pesar» por el fallecimiento del cineasta. También el Consejo Regulador del Ribeiro, que calificó a Cuerda como una persona relevante que ayudó a poner estos caldos «en el mapa gracias a su relación con el Ribeiro», en palabras a Efe del presidente, Juan Casares.