«La piratería exige una solución drástica»

Optimismo necesario tras el brutal accidente que la cantante sufrió en Cádiz en 2008, y que le ha hecho replantearse muchas cosas como persona y como artista.

—Han pasado siete años desde su último trabajo... ¿En qué ha cambiado en todo este tiempo?

—Cuando uno va cumpliendo años, se va dando cuenta de que hay que simplificar, de que nos complicamos demasiado la existencia. Cada vez necesito menos cosas. He aprendido a vivir el minuto, y a no hacer ningún plan, ni siquiera a corto plazo, porque no sabes lo que puede pasar.

—Supongo que en esta reflexión tiene mucho que ver el accidente.

—Con la experiencia que te da la vida, es una tontería hacer planes, porque en cinco minutos todo puede cambiar. Después del accidente, me he dado cuenta de que el destino está marcado y que no puedes quedarte sentado esperando.

—Su nuevo álbum se llama «Sonrisa». Desde un primer momento, parece que destila alegría y optimismo. ¿Es lo que ha pretendido?

—Es así como me siento. Con muchísima energía, como si fuera un niño que acaba de nacer... los niños no tienen problemas, no se ponen tristes y tienen una energía arrolladora, y eso es lo que quiero transmitir. Creo que el mundo está de capa caída y hay que poner al mal tiempo buena cara.

—¿Qué aporta este disco con respecto a los anteriores?

—Aporta sorpresas, y es algo que tiene su riesgo. Para primavera estamos pensando en la gira… tengo más o menos el concepto estético, todo esto lleva su tiempo pero tengo mucha ilusión. Creo que va a dar mucho juego musicalmente.

—En el disco hay una canción que se llama «Ana». ¿Escoge canciones que reflejan su personalidad?

—En este disco era fundamental. A lo mejor es un poco pretencioso, pero la gente que ha compuesto las canciones me conoce muy bien, y si no me conocen son gente a la que admiro... en cierta manera tienen algo que ver conmigo. Era muy importante el contenido pero también el envoltorio.

—Una de esas personas que colabora con este disco es Miguel Bosé. ¿Para cuándo otra gira conjunta como la que realizaron en 1999, Gira2?

—Estamos los dos coqueteando con esa idea. Aunque en aquel momento dijimos que no se repetiría, ahora nos echamos de menos... Nos lo pasamos tan bien que nos gustaría volver a probar eso. No tengo ni idea de si saldrá o no, pero nos apetece.

—El primer videoclip de este álbum lo ha grabado en Mali. ¿Cómo ha sido esa experiencia?

—Estamos perdiendo la esencia de las cosas. Estamos rodeados de cosas que no nos dejan ver la pureza de la realidad. Es algo que aprendes allí: lo que te da esa gente sólo con una sonrisa no tiene precio. Viven al máximo a pesar de todas sus carencias y son felices.

—Incluso ahora, tantos años después, parece inevitable unir su nombre con el de Mecano...

—¡Es que es parte de mi vida! Y de mi historia y de mi carrera. No me molesta en absoluto, estoy muy orgullosa de venir de donde vengo. No es fácil que tantas canciones transciendan, y que generación tras generación sigan vivas, y como están tan presentes yo las canto y lo hago como si fuera la primera vez, me sigo emocionando con ellas y lo que cuentan me sigue pareciendo igual de actual... y eso es difícil de conseguir.

—Podría decirse que están más de moda ahora que en su momento.

—Es algo que veo con mis sobrinos y con mi hija. No puedo ponerle otra cosa que no sea Mecano... Es importante tener un bagaje y hay canciones que no mueren nunca. Mi hija sólo escucha Mecano y este último trabajo, «Sonrisa». Lo que he hecho en medio me dice que es muy aburrido (risas). Creo que es buena señal.

—Después de tantos años sobre los escenarios, tantos discos… ¿qué le queda por hacer?

—En este disco he hecho cosas que nunca pensé que haría y me han gustado mucho, como son la fotografía y escribir. En la edición especial hay un diario de viaje, con la experiencia de Mali, y las fotografías también son mías, aparte de las de Rubén Martín.

—¿Con quién le gustaría hacer un dúo?

—Con Peter Gabriel. Es uno de mis ídolos desde que tenía 14 años, nunca me defrauda, tiene una de las voces más personales y que más transmiten, por lo que escribe…

—¿Cómo ve el panorama musical actual?

—No entiendo por qué no se pone una solución drástica al problema. Ni entiendo por qué la gente no se conciencia de que vender discos es el medio de vida no sólo del artista sino de una cadena de gente. Algo que no te cuesta lo valoras menos.

—En este sentido, Internet es el enemigo, pero también un aliado a la hora de explorar nuevos caminos…

—Por supuesto. Yo compro en iTunes. Cada vez hay más aparatos y menos discos.