el dardo
Lo que encontraron
Se trata del horror condensado en treinta y nueve minutos que te deja paralizado, con la boca abierta y una fe nula en un pasado que siempre se puede repetir
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Iniciar sesiónSam Mendes fue en su día el niño prodigio del cine, tanto que al hacer su primera película, 'American Beauty', sin haber rodado nada antes, el productor, Spielberg, le permitió rodar de nuevo lo hecho en los primeros quince días. Y, además, este ... genio inglés no es judío, lo que redunda más, en su caso, en el magnífico documental 'Lo que encontraron', que se padece, porque se padece y es de obligado visionado al que conserve un mínimo de humanidad, en la plataforma Filmin. Se trata del horror condensado en treinta y nueve minutos que te deja paralizado, con la boca abierta y una fe nula en un pasado que siempre se puede repetir.
El documental narra la historia de dos soldados operadores de cámara británicos que filmaron la liberación del campo de concentración de Bergen-Belsen al final de la Segunda Guerra Mundial. En abril de 1945, los sargentos Mike Lewis y Bill Lawrie, de la Unidad de Cine y Fotografía del Ejército Británico, se toparon con lo que, según les informaron, era un hospital para enfermos de tifus, a unos venticinco kilómetros de un pequeño pueblo llamado Celle, en el norte de Alemania, conocido como Bergen-Belsen, que resultó ser un campo de exterminio nazi donde vieron todos los círculos juntos del infierno de Dante.
El primer camarógrafo, Mike Lewis, era judío, así que le dedican más tiempo a sus respuestas mientras pasan las imágenes del horror, miles de muertos desnutridos, incluidos niños. Desde entonces, una enorme cantidad de material filmado en 35 milímetros ha permanecido almacenado en el archivo del Museo Imperial de la Guerra en Londres. Junto a esas imágenes se encontraban entrevistas a los miembros de la unidad realizadas en los años ochenta por Kay Gladstone, uno de las entonces conservadores del museo. Esta película incluye todo ese material y las entrevistas a las que se prestaron estos dos realizadores. En efecto, solo treinta y nuevo minutos. A mi, para mi desgracia, un judío experto, como la mayoría de nosotros, en el estudio de nuestro exterminio, esa algo más de media hora se me ha hecho eterna en dolor.
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