¿Aún con héroes macarrónicos?

Tom McGrath, que ya demostrara su abulia intramuros codirigiendo «Madagascar 2», se lanza en solitario con una historia basada en el viejo truco del villano que se vuelve superhéroe y que derrota al presunto superhéroe que en realidad es un villano de tomo y lomo. Si añadimos una clon de Lois Lane y un extraño escudero con forma de piraña transformer, ya tenemos bucle con tirabuzón para alargar hora y media. Por supuesto, la calidad tecnológica es elevada, sobresaliendo cabriolas y escenarios, la ambigüedad moral de Megamind proporciona algún momento majo y hasta la carcajada aflora con el falso padre del menda, inspirado en el Marlon Brando de «Supermán». Guiños para los padres en un producto que los pequeños solo recordarán al consultar el catálogo de juguetes de unos grandes almacenes. Entretenida pero mejor espabilen, que la competencia (Illumination Entertainment o Pixar, que ya sentó cátedra temática con «Los increíbles») aprieta.