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ABC Cultural

«La tempestad» y el caso del muerto en el Gran Canal

Allart van Beuningen (Rutger Hauer, «Lady Halcón», «Blade Runner», «Los señores del acero»), el prestigioso director del Museo de La Academia de Venecia, un tipo entre elegante y anacrónico, muy sibarita pero anclado en el pasado, coge una taza y entra en el comedor de ... su casa. Al otro lado del salón, la deslumbrante Chiara (Natalia Verbeke, «Al otro lado de la cama», «El hijo de la novia»), hija adoptiva de Allart, restauradora de arte, muy segura de sí misma y ambiciosa, trae el café y saluda a Patrick Donnovan (Scot Williams), autentificador de obras de arte de una importante compañía que asegura piezas para nada mediopensionistas. «¡Action!», grita una y otra vez el ayudante de dirección, mientras el director, Paul Tickell, Kees Kasander (Reino Unido) y Eva Baró y Antoni Solé (que co-producen la cinta junto al luxemburgués Jimmy de Brabant y al italiano Alessandro Verdecchi) miran el encuadre y comprueban que todo esté perfecto. En Luxemburgo (una ciudad que parece construida de cartón piedra) se rueda «Tempesta», película basada en la novela de Juan Manuel de Prada «La tempestad». Hoy, Malcolm McDowell («La naranja mecánica»), un tipo «muy divertido y cachondo», explica el autor de «Las máscaras del héroe», ha rodado por quinta y última vez. En su postrera escena hacía de cadáver.

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