Antonio Chavarrías: «La gente guapa tiene una gran tradición en Barcelona»

A Chavarrías, vicepresidente de la Academia de Cine, le domina estos días el «jet-lag» por culpa del cambio de horario en el rodaje. «Ahora estamos trabajando por la noche y el cambio me ha afectado un poco», asegura sin quejarse. Se nota a la legua que está satisfecho con lo rodado, ya que ha visto escenas filmadas y el resultado no puede ser mejor: «empleamos el sistema de provocar situaciones. Es decir, a partir de una planificación elemental vamos construyendo la historia, intentado meter el mínimo «circo» posible. vamos con la sensación de estar capturando».

¿Cómo se ha planteado Chavarría la historia? «Esta noche, por ejemplo, estamos creando situaciones en un ambiente de gente que no es profesional del cine junto a Tristán, Unax o Joana y es muy gratificante. Hay que estar muy atento para buscar soluciones, porque para alguien que no es actor profesional no es sencillo. Las sorpresas, hasta ahora, han sido muy agradables, los diálogos que te dan son geniales y las pistas que ofrecen a los actores están llenas de verdad».

Rueda en Barcelona, «porque el ambiente que refleja la novela está muy vivo en la ciudad. Uno de ellos es el de los arquitectos, la gente guapa, que en Barcelona tiene toda una tradición. Por otro, la parte más oscura de cualquier ciudad, en la que no sabes muy bien los referentes legales». Comenta que ha cambiado bastante la novela de Casavellas. «Lo que más me interesaba de ella son los personajes y las situaciones. La novela juega mucho con el tiempo y yo he traído al presente haciendo que transcurra en cinco días y los personajes los he llevado con mucha libertad allí donde yo quería que estuvieran. Espero que Casavellas no se enfade». Disfruta con placer el rodar cronológicamente. «El «racord» de sentimientos del actor funciona de una manera brutal, va más allá de la imagen. Los actores están encantados, porque vamos viendo lo filmado y tiene otro valor diferente». Si además el reparto cuadra a la perfección con sus expectativas, y éste cuadra, lo lógico es que el cineasta esté pletórico. Habla de ellos: «De los dos hermanos de la historia, Tristán Ulloa es el garbanzo negro y lo hace con una profundidad especial. Creo que esta película va a ser importante, le abre muchos horizontes. Elizabeth Cervantes es una actriz muy mexicana e intuitiva. Ugalde tiene un futuro impresionante y Joanna va a ser un descubrimiento, la naturalidad sin fronteras».