El gran salto de Persán en cinco claves

2) Persán ya no es (solo) un campeón de los detergentes. La actividad más visible de la firma ha sido la fabricación de productos de limpieza para el hogar, aunque había entrado también en productos de higiene (como champús y geles). La integración de MiBelle le da un posicionamiento muy destacado en el segmento del cuidado personal y los productos cosméticos, como cremas antiedad o de protección solar, y le dota de capacidades muy avanzadas en bioquímica.

3) Persán sigue siendo una empresa íntegramente familiar. Casi la totalidad de grandes operaciones corporativas que se han realizado en Andalucía en el último lustro tienen detrás el apoyo de un fondo de inversión, que aporta capital y reduce riesgos... pero cambia la visión a largo plazo (buscando una revalorización acelerada para una venta posterior con plusvalías). La compañía que preside Concha Yoldi ha afrontado la adquisición de MiBelle con una combinación de recursos propios y financiación bancaria. El grupo resultante, con 1.400 millones de negocio (más del 60% de Persán), mantiene todavía un ratio de endeudamiento bajo en relación con su beneficio.

4) MiBelle es un paso importante… pero no el único. Un movimiento así requiere una digestión de más de un año para integrar equipos e instalaciones bajo el perímetro de una sola compañía. Dado que la firma goza de ambición y solidez financiera, cuando encauce este proceso seguirá buscando oportunidades de crecimiento con adquisiciones que le permitan seguir diversificando mercados.

5) Un salto adelante de esta naturaleza constata el acierto en el relevo generacional que arbitró José Moya Sanabria (que en paz descanse), que forjó una estructura con la ambición de engrandecer el legado.