Los canadienses compran olivares

Este fondo de pensiones -participado por el Gobierno regional y por más de 340.000 docentes- realiza inversiones sin carácter especulativo y a larguísimo plazo. Ha comprado ya más de 53.000 hectáreas de cultivos en Australia, Chile y Canadá. ¿Por qué ha puesto también el foco en el olivar? Porque un grupo de empresas españolas ha dado un salto tecnológico sin precedentes para convertir este cultivo en la inversión agronómica con la rentabilidad más segura del planeta. Compañías como la catalana Agromillora han liderado la innovación genética para que los árboles se puedan plantar en setos; las firmas cordobesas Todo Olivo y Balam (antiguas Galpagro y CBH) ha desplegado el diseño óptimo de este cultivo; y emprendedores como De Prado, Martínez Sagrera o Aggraria (heredera del antiguo Grupo Detea) han invertido en proyectos a gran escala en Portugal y España. También ha sido importante el desarrollo de maquinaria avanzada: las cosechadoras New Holland han mecanizado íntegramente la recolección y almazaras de última generación como las de Gea Westfalia han logrado un altísimo nivel de eficiencia. Sin olvidar las propias bondades del olivo, que necesita menos agua que otros cultivos leñosos y su gestión agronómica es más flexible que el pistacho o el almendro.

Esta es la suma de una revolución que ahora permite que un fondo canadiense pueda tomar el control de 3.000 hectáreas en regadío y hacer proyecciones de costes y rentabilidad para las próximas décadas. Curiosamente, por las mismas fechas otro grupo canadiense -denominado Fiera Capital- anunció que había adquirido Innoliva (una firma con 8.300 hectáreas de olivar). Y otra más: previamente el fondo de pensiones de las Fuerzas Armadas y la Policía Montada de Canadá (PSP) también estrechó una alianza con otra gran compañía olivarera.

A esto hay que sumarle que el esfuerzo que las grandes envasadoras españolas han realizado para desarrollar nuevos mercados para el aceite de oliva, con un consumo en permanente expansión (y que ya provoca que en años de sequía haya más demanda que oferta). En suma, se ha puesto los ingredientes para una agricultura altamente rentable y profesionalizada, que puede seguir creciendo si se garantiza más disponibilidad de agua.