vivimos como suizos
Ser de letras
Puede haber nichos de sabiduría, pero si presumimos de ignorancia es porque somos bastante tontitos
Alfonso (5/10/23)
Peloteros (3/10/23)
NO sé si la ignorancia es atrevida, pero no es algo de lo que una persona con más de un hervor pueda presumir. Claro que muchos nos tomamos el anuncio del último Premio Nobel de Literatura, Jon Fosse, un poco a chufla. Pero no ... por él, por nuestro desconocimiento, por nuestra ignorancia. Hay botarates que te preguntan por el horóscopo o atribuyen al horóscopo tu comportamiento (eso no quiere decir que no los lea en las revistas, pero leo muchas idioteces, también a presuntos intelectuales). Otros botarates dicen eso de «yo es que soy de letras» ante algo que no saben. Como si fueran don Ramón Menéndez Pidal. Ese algo que no saben puede ser una pregunta verde del Trivial. Soy una ceporra para las matemáticas (en COU seguía teniendo colgadas las matemáticas de 1º y de 2º de BUP, cosa que tuve que solucionar para salir del instituto y embrutecerme en la universidad). Pero mi necedad para la ciencia en general y las matemáticas en particular no la achaco a 'ser de letras', como si fuera una concursante de 'First Dates', sino a ese particular e indiscutible analfabetismo.
Hace años ser famoso era un acontecimiento planetario. No digo en tiempos de Dickens, que también era muy famoso, pero como se podía ser famoso en el siglo XIX, llenando auditorios y leyéndolo. Digamos en la época de Brooke Shields. Todo el mundo sabía quién era Brooke Shields. O Diana de Gales. O la reina de Inglaterra. Ahora hay nichos de fama. Un cantante puede llenar varios días el Wizink Center sin que usted o su madre sepan quién es. Sin que hubieran escuchado su nombre alguna vez. Por no hablar de 'youtubers' y otras especies con millones de seguidores que a lo mejor no saben quién es Menéndez Pidal. Hay un episodio de 'Billions' donde Bobby Axelrod está intentando averiguar cuál de sus empleados está colaborando con la fiscalía de Nueva York. Les dice que acabará encontrando al «puto Judas». Uno de los jóvenes empleados pregunta qué significa Judas. Traidor, le aclara uno de los mayores. Es desolador, pero real. A Sergio del Molino le preocupa que su hijo no entienda el Museo del Prado, que crezca sin esa conciencia histórica tan rica que da la religión en la que nos hemos educado. Fernando Fernán Gómez decía que él no era culto, que solo se sabía el bachillerato. El de antes. Hoy con el bachillerato puedes ser un muy digno miembro de la Academia Asnal. Álvaro Pombo contó que le gustaba estar con gente joven y guapa. Pero de 30, que a los de 20 hay que explicarles quién es Churchill y se pierde mucho tiempo. Muy optimista me parece.
Haber devorado de adolescente pedante 'Catalina de Siena', de la noruega Sigrid Undset, no me convalida no saber quién era Jon Fosse. Aunque me consuele como Mark Twain: «Entre Rudyard Kipling y yo abarcamos todo el conocimiento. Él sabe todo lo que se puede saber. Yo sé el resto».
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