el contrapunto
Todo el poder para Feijóo
En un ejercicio de responsabilidad y lealtad, Ayuso y Juanma Moreno han renunciado a exponer sus diferencias
Gangrena
El mayor ladrón de nuestra historia
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Iniciar sesiónEl Partido Popular parece haber interiorizado la lección que la historia atribuye a Napoleón Bonaparte: «Cuando el enemigo se equivoca, no le interrumpas». Cualquier desavenencia en el congreso nacional de los populares habría brindado un salvavidas impagable a un Pedro Sánchez acorralado por la corrupción, ... que se hunde y hunde a sus siglas abrazado a la soberbia, pero esta vez los de la gaviota han evitado ese error. Frente a la imagen de muro agrietado ofrecida por el Comité Federal del PSOE, donde la censura sanchista impidió hablar a Emiliano García-Page, única voz que se atreve a discrepar públicamente del suicidio colectivo, todas las corrientes representadas en el cónclave de Ifema aparecieron unidas entorno al empeño de conformar una mayoría suficiente para gobernar en solitario, sin hipotecas, imposiciones, lastres o parásitos. Sin socios cuya presencia requiera justificar «cambios de opinión» sobrevenidos. Un compromiso en firme.
En aras de liderar a los suyos hacia la consecución de ese objetivo, Alberto Núñez Feijóo había pedido y obtuvo todo el poder de decisión. El control absoluto del partido. Un cierre de filas incondicional, en el bien entendido de que las próximas elecciones serán su última oportunidad. El equipo llamado a llevar al PP a esa victoria es 'su' equipo, subrayo el posesivo. El nuevo secretario general, Miguel Tellado, ha sido su lugarteniente desde los plácidos tiempos en la ciudad del Apóstol. La portavoz en el Congreso, Ester Muñoz, o el refuerzo incorporado al área económica, Alberto Nadal, han sido escogidos por él, al margen de cuotas o interferencias externas. También es fruto de su voluntad el regreso de Cayetana Álvarez de Toledo al Comité Ejecutivo o la permanencia de Borja Sémper como portavoz de una formación que busca crecer ensanchándose.
En un ejercicio ejemplar de responsabilidad y lealtad, tanto Isabel Díaz Ayuso como Juanma Moreno Bonilla, baronesa y barón que aspiran legítimamente a la sucesión cuando llegue el momento, han mantenido un perfil bajo y renunciado a exponer sus diferencias para sumarse al esfuerzo colectivo de alcanzar los 160 diputados imprescindibles para desalojar de La Moncloa al socialista atrincherado allí. En realidad no hacen falta tantos. Basta con que el PP obtenga más escaños que el actual bloque de investidura, lo que ya auguran las encuestas. Salvo que Vox prefiera votar contra Feijóo y junto al sanchismo antes de abstenerse y dejarle gobernar, lo cual no es del todo descartable. Desde su alineamiento con Orbán y la extrema derecha pro-Putin, los de Abascal dedican mucho más tiempo y trabajo a descalificar al PP que al PSOE, gracias a lo cual suben en los sondeos. Tal vez haya triunfado la política de confrontación y España sea irrecuperable… O tal vez acierte el gallego y sea posible recomponer un proyecto común y compartido de progreso con epicentro en los principios que recoge la Constitución. ¡Ojalá!
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