Sala de máquinas
Cuartango invoca a Dios
Cuartango no grita a Dios, pero lo llama mientras acepta que pierde memoria, su cuerpo se debilita y disculpa a sus semejantes
La España alegre de Sánchez
Gallardo y el músico
Cuartango ha llevado al libro ('El enigma de Dios') la curiosidad y el desasosiego de muchas de sus magistrales columnas de ABC cuando se adentra en las oscuridades de la condición humana, en esa radical intemperie con la que pasamos por el mundo. Sancho ... decía aquello de «desnudo nací, desnudo me hallo», y una letra de soleares se duele de las niñas «que están pendientes del aire». El resultado del nuevo libro de Cuartango es un ejercicio honesto de entendimiento y forcejeo con los grandes pensadores de la humanidad, pero el hallazgo lo encontramos no sólo en la disertación filosófica, sino en la exposición de su experiencia íntima y personal con relación a la trascendencia. Algo sin duda original que en parte esconde una manera lateral de afrontar unas memorias, unas vivencias y, si me lo permiten, una angustia. Cuartango no grita a Dios, pero lo llama mientras acepta que pierde memoria, su cuerpo se debilita y disculpa a sus semejantes. Resulta conmovedor descubrirlo en sus pequeñeces, en las de todos nosotros.