lente de aumento
Se nos va la pinza
Alice y Mika ven todo muy 'insane'. Guzmán y Bosco que «el tío debatía y se llevaba unos zascas buenos», que no estaban de acuerdo con él, pero que «¿matar a Kirk?, ¿en serio?»
Una Vuelta a lo peor de nosotros
Zapatero, vocero de tiranos
No he leído nada sobre Kirk. Algo sí, claro. Pero no me he zambullido en su pensamiento, ni escrutado su credo, ni seguido sus debates por las universidades, en los que retaba a los estudiantes estadounidenses a rebatir su argumentario. Porque por lo visto ... se trataba de eso. De confrontar. Discutir. Porfiar. Convenir. Convencer. Rechazar. Aplaudir. Abuchear. Pero no matar. En ningún caso.
No, no he leído mucho del que dicen era el embajador del trumpismo entre la gente joven. Sí que he escuchado aquí, en la casa de Florida donde paso unos días visitando a mis hijos, a la mujer del mayor decir que ha sido horrible. A la del pequeño, que es 'insane'. Repetir que el asesinado tiene dos hijos pequeños. A Bosco, que últimamente cada vez da más miedo salir a la calle. Que la gente en EE.UU. «se ha vuelto loca del todo». A Alice, recordar la matanza en Colorado; a Mika, asentir, porque, dice, «hay un tiroteo todas las semanas». Sí, es 'insane'. Porque a Guzmán no le gustaba lo que decía ese tío. O no todo. «Pero hablaba bien, papá». «No sé, vale que muchas cosas eran una sobrada, pero te hacía pensar. Y la gente se le encaraba. Se llevaba unos cuantos zascas buenos». Y Alice añade que era educado, no insultaba. «Decía cosas que igual te cabreaban pero no te insultaba. Matarlo. Es 'insane'». Bosco insiste: «A la gente se le está yendo la pinza, papá. No sé, soy inmigrante. Trump me puede joder la visa, dejarme otra vez sin ir a casa en navidades, pero matar a Kirk es una locura. ¿Has visto la gente celebrándolo? Flipo».
Alice sabe que es así. No solo en las redes. También en el grupo de WhatsApp de su curro. Circula el vídeo y una compañera ha escrito 'Lol' y un emoticono sonriente. Alice se lo ha afeado. Le ha escrito en el grupo que cómo puede celebrar la muerte de nadie. Se ha enzarzado con su compañera. «Estás casada con un latino. Kirk quería echar a tu marido. Tendrías que estar celebrándolo», le ha contestado. Alice no. Dice que no serviría de nada, que está «enferma de la cabeza». No sabe si puede seguir siendo amiga de alguien así. Sí, hay que estarlo para pegarle un tiro y dejar a dos niños huérfanos. Y celebrarlo. Muy 'insane'. Tienes razón, Alice.
Guzmán ya ve una guerra en ciernes. «La gente –dice– va a acabar como en 'Civil War'. No sabes la cantidad de trastornaos que hay, papá». «Si en Montana y en Colorado hay mucho extremista», le interrumpo. «Y aquí, aquí también. En Florida. Por todos lados», se suma Bosco. «Mamá y tú no sabéis cómo se está poniendo la cosa». Pienso que aquí empieza a ser 'insane', también. Pero no lo digo. Para qué. Bastante duro es verlos una vez al año, dos como mucho, para que ahora sus padres les amarguen el sueño de volver algún día a España. De ver a su país como la Arcadia de su infancia. Hacer un calcetín y «daros nietos». Sí, hijo, aquí se os está yendo la pinza. «En casa es otra cosa», claro. Les digo. «Por ahora», me callo.