DÍA MUNDIAL DEL AGUA
«Sanar» los ríos de contaminantes emergentes
Acciona Agua trabaja para evitar la presencia de restos de fármacos en ríos, que pueden afectar a la naturaleza y a la salud humana
B. ARROYO
Un factor contaminante muy poco conocido, pero que puede producir efectos adversos tanto en la naturaleza como en la salud humana, es la presencia de restos de fármacos en los ríos. Son los llamados contaminantes emergentes, sustancias que escapan a la regulación vigente y que ... son difíciles de eliminar con los sistemas disponibles hoy en día. Lo positivo es que la expansión de esta contaminación se puede atajar mejorando la tecnología de las depuradoras, investigación en la que el centro de I+D de Acciona Agua es pionero.
Los contaminantes emergentes aparecen en los ríos y acuíferos por diversas causas derivadas de la actividad humana: restos de medicinas que no son totalmente asimilados por el organismo y pasan a las aguas residuales, medicamentos tirados a la basura o al inodoro o sustancias químicas administradas a los animales y arrastrados por la lluvia, son los orígenes más comunes de la presencia de estas sustancias químicas en el agua.
Aunque «el número de contaminantes emergentes no es fijo, pues cada mes se descubre alguno nuevo o algún producto de su descomposición -explica Manuel Fariñas, director de I+D de Acciona Agua-, los más habituales en nuestras aguas son aquellos fármacos y productos de cuidado personal que no son totalmente eliminados por las depuradoras de aguas residuales, si bien con cierta frecuencia se encuentran también plaguicidas, retardadores de llama e incluso drogas de abuso».
Los efectos de los restos de fármacos a largo plazo son aún desconocidos, si bien se ha comprobado, por ejemplo, que en el medio acuático la presencia de antibióticos produce una selección genética de los patógenos más resistentes, lo que supone la reducción paulatina de la eficacia de estos antibióticos; los productos que presentan una actividad hormonal pueden llegar a interferir en el funcionamiento normal del sistema endocrino de los seres vivos (produciendo alteraciones en el crecimiento, la reproducción y el metabolismo). En la actualidad no hay ninguna norma europea ni estatal que regule la presencia de estos contaminantes.
Existen métodos para paliar la presencia de estos contaminantes, pero son complejos y no completamente eficientes. En el caso de las potabilizadoras, sólo las que aplican tratamientos de ozono y carbón activo presentan porcentajes elevados de destrucción de estos compuestos, aunque el rendimiento de eliminación de esas sustancias en las depuradoras varía entre un 15 y un 90% en función del contaminante, matiza Fariñas.
El director de I+D de Acciona Agua explica que se está trabajando «en nuevos procesos para aumentar la eficacia de la degradación de estos contaminantes». «El problema de todos estos nuevos procesos es que se necesita un tiempo excesivamente largo (de 2 a 4 horas) para destruir estos compuestos, lo que está limitando, de momento, su implantación a escala industrial. Estamos trabajando para mejorarlos», dice.
Proyecto HYDRA
Acciona Agua, en su centro de I+D dedicado al agua de Barcelona, ha abierto una línea de investigación sobre la compleja problemática que puede plantear para la reutilización de aguas depuradas la «presencia en los efluentes de las depuradoras de diversas sustancias como disruptores endocrinos y fármacos». Así trabaja en el proyecto HYDRA, en el que se aplican tecnologías combinadas de membranas (reactores biológicos de membrana) y nanofiltración y/o ósmosis inversa.
«Sanar» los ríos de contaminantes emergentes
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