Carsten Isensee, Presidente de Seat: «No hay motivo para la inquietud, hay un plan y lo vamos a ejecutar»

—La marcha de Luca de Meo ha generado inquietud por lo que podría suponer de cambio de orientación. ¿Hay algo que temer?

–Todos admiramos el compromiso de Luca con esta empresa, la huella que ha dejado en los últimos años, su visión sobre cómo crear y desarrollar la marca. Pero a estas alturas, y espero poder dejarlo claro, podemos confirmar que en la continuidad del negocio no hay nada que vaya a cambiar en los próximos meses. No hay motivo para la inquietud, hay un plan y lo vamos a ejecutar. Seat está a un paso de dar el salto al próximo nivel en cuanto a producto, con una serie de coches que han prácticamente concluido su desarrollo. Todo esto está hecho y, por esta razón, el señor Diess ha mostrado su plena confianza en el equipo al frente de Seat y el progreso que pueda tener la marca. Hemos comenzado con el nuevo León y creo que no solo yo, sino todo el equipo goza de esta confianza, con independencia de quien sea su presidente.

—Llega a Seat con récord de ventas encadenados. ¿Cuál es la estrategia en adelante?

–Como acabo de comentar, la nueva gama del León es solo un comienzo. Vamos a electrificar Seat, y más adelante también Cupra. Tendremos híbridos, «mild hybrid» y enchufables para el nuevo León, el Cupra Formentor ... y a final de año nuestro primer 100% eléctrico, elBorn. Es una ofensiva considerable también desde el punto de vista de las inversiones: en I+D, en Producción, en instalaciones...

—La gama de producto está lanzada. Para una compañía que en los últimos años ha logrado cambiar de mentalidad, ¿el siguiente reto es ganar volumen?

–Obviamente, todos queremos más volumen, más ingresos, pero no estamos solos en este mundo, y creemos, como ha confirmado Herbert Diess, que 2020 va a ser un año realmente difícil. La familia León llega en el momento oportuno para dar a Seat un impulso importante.

—¿Qué papel debe tener Seat dentro del grupo VW?

–Describiría Seat como una marca joven, con aspiraciones... Nuestros clientes tienen diez años menos de media que los otros clientes del grupo. Y esto es una baza para la marca. Mi hijo, que nunca antes había tenido relación con Seat, ahora está boquiabierto con su León.

—¿En qué ha cambiado su visión de Seat desde que llegó en junio pasado?

–He descubierto el orgullo que siente la plantilla de esta marca por lo que hacen. Para mí, el punto de inflexión fue el lanzamiento de su ofensiva SUV. Una marca con presencia en decenas de países, una gran planta de producción, I-D, necesita una gama de coches amplia y variada. Seat ha pasado de construir solo coches pequeños a lanzar SUVs.

—Cúal es el rol de Cupra?

–Cupra es algo que inició Luca. Fue una visión, que luego fue misión y luego pasó a ser estratégica. Vender coches específicos para Cupra supone dar empuje a Seat... Pero vamos paso a paso. Las grandes marcas de lujo no se crearon de la noche a la mañana. La estrategia está trazada.

—¿Cuál es el futuro de la planta de Martorell?

–Los próximos dos años, contando con las fluctuaciones del mercado, debería funcionar a plena capacidad. El consejo de administración del grupo nos da plena confianza en que esto va a ser así y nada hace pensar que esto vaya a cambiar. Es confidencial, y no puedo desvelar en qué puesto concreto del ránking de calidad dentro del grupo está Martorell, pero es muy bueno. No hay incertidumbre.

—¿Compiten con la planta de VW en Navarra?

–Por supuesto. Pero para valorar una planta no solo hay que contar el coste de producción, es todo lo que le rodea... y Navarra no es una marca, son fabricantes. Martorell, en cuanto a coste por unidad y calidad, somos perfectamente competitivos.

—¿Está la dirección preocupada por la inestabilidad en Cataluña?

–A ninguna marca le gusta la incertidumbre, y hemos visto disturbios en la calle, convocatorias de huelga... Pero estamos aquí y queremos fabricar coches aquí, y nos gustaría ver más certidumbre.

—Luca de Meo, con Barcelona como punta de lanza, impulsó muchos proyectos relacionados con la micromovilidad, el coche compartido... ¿Están en cuestión?

–En absoluto, tenemos un plan y debemos ejecutarlo. El patinete, el «scooter» eléctrico, el negocio del coche compartido... Otra cuestión es que haya propuestas con las que tenemos problemas por las demoras con las licencias.

—¿Alude a Barcelona?

–Solicitar una licencia aquí supone hasta tres meses de espera, algo que en China se soluciona en cinco días. Estamos comprometidos con Barcelona, pero asuntos como el que menciono generan dificultades.