ASESINATO DE ISABEL CARRASCO
Cotino cree que el odio hacia los políticos lleva a «apretar el gatillo»
El presidente de Les Corts Valencianes ha afirmado que existen sectores que alientan el desprecio de manera irresponsable
Cotino cree que el odio hacia los políticos lleva a «apretar el gatillo»
Juan Cotino , el presidente de Les Corts Valencianes, ha afirmado este domingo que el odio hacia los políticos deriva, en ocasiones, a «la locura de apretar el gatillo» y que en la sociedad española actual se ha generado «un creciente clima de animadversión hacia ... la clase política, alentado en muchas ocasiones desde determinados sectores de manera irresponsable».
En un artículo publicado el sábado en ABC, titulado «El odio hacia los políticos» , el presidente del parlamento autonómico valenciano ha querido hacer referencia a las posibles causas que provocaron el asesinato de Isabel Carrasco la pasada semana. «Ese rechazo transformado en odio extremo puede terminar por abocar a la locura de apretar un gatillo contra alguien, como se ha visto esta semana con el asesinato de la presidenta de la Diputación de León», ha resaltado a su vez Cotino.
En este sentido, el político ha hecho referencia también al creciente rencor que se está generando en contra de las personas que ejercen la función pública debido a las acusaciones que se vierten contra ellos. «Estas acusaciones calan en la sociedad, al margen de que algunas puedan tener base real y sean condenables», ha explicado el presidente del parlamento autonómico.
Según Juan Cotino, existe en la sociedad española «un alto grado de crispación que se manifiesta no sólo con gritos en la calle en contra de los que ejercen la política, sino una muy preocupante fobia antipolítica que se trasluce en amenazas a través de las redes sociales, en agresiones físicas, o en la extensión de otras formas de acoso».
Finalmente, el político ha subrayado que por «el camino del odio y de la crispación nunca se resuelven los problemas. Todos somos iguales, aunque tengamos diferente ideología, y todos somos capaces de cometer errores y hasta horrores. Por eso, por ese camino de reconocer nuestros fallos y equivocaciones se avanza hacia adelante, mientras que por el camino del odio y el rencor lo único que se consigue es acabar en el precipicio», ha concluido
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