Succar Kuri, el 'Monstruo de Cancún' que abusó de decenas de menores: «Tráeme una niña de 4 años y me desarmas»

La muerte del pederasta confeso ha significado para muchas de sus víctimas «el fin de la pesadilla», según escribió en su cuenta de X la periodista y escritora mexicana Lydia Cacho, quien denunció la red de pederastia y las conexiones con políticos en su libro 'Los demonios del Edén', publicado en 2004. En él confirmaba las denuncias realizadas por algunas de las víctimas, como Edith Encalada, que mantuvo relaciones con el empresario entre los 14 y 17 años. En esas denuncias, la adolescente acusa a Succar Kuri de liderar una red de violaciones, pornografía infantil y corrupción de menores.

Pero para otras muchas víctimas no se ha cerrado la herida pues ha significado volver a recordar al que fue bautizado como el 'Monstruo de Cancún' en un vídeo, donde el propio empresario reconoce sus abusos a menores. En una entrevista concedida al periodista Carlos Loret de Mola, Saccur Kuri llega a afirmar: «Cuando veo una niña me derrito, pero es una expresión sana, tráeme una niña de 4 años y me desarmas». También, durante una charla con una de sus víctimas -grabada con cámara oculta- el empresario reconoce que tuvo relaciones y abuso de varias niñas, y cuenta las prácticas sexuales que realizó con ellas. El empresario le dice incluso a su víctima que «si tu me quieres me traes niñas»; y reconoce que lo que está haciendo «está prohibido, pero no estoy diciendo que soy perfecto. El hombre es débil».

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Susana Gaviña

La periodista mexicana, exiliada en España, denunció la red criminal, que presuntamente implicaba a políticos, por lo que fue acosada, secuestrada y torturada

Succar Kuri (Bisharri, Líbano, 1944) dejó su país natal en los años 70 del pasado siglo para instalarse en México: primero en Guanajuato, para luego afincarse en Cancún, una zona en expansión gracias al turismo. En los años 90 abrió un negocio de refrescos en el aeropuerto e hizo negocios en el sector del transporte. Propietario del Hotel Solymar y de más de 50 villas en Quintana Roo, en la península de Yucatán, en 2023 se estimaba su fortuna en más de 30 millones de dólares.

El empresario fue detenido, tras la denuncia de Encalada, en agosto de 2004 en Arizona, Estados Unidos, y posteriormente trasladado a México. Después de un largo proceso judicial, el 31 de agosto de 2011 fue declarado culpable de pederastia y sentenciado a 112 años de prisión. Tras diversas apelaciones, logró una reducción de su condena, que la rebajó a 93 años, de los que solo pasó 18 en prisión, debido a su fallecimiento el pasado viernes.

A pesar de las denuncias y de los señalamientos de Lydia Cacho a políticos y empresarios por participar en esta red de pederastia, lo que le valió ser perseguida, secuestrada y torturada por ello, en aquellos momentos solo fue condenado el empresario. Medios como la 'Jornada' han denunciado la protección al empresario -a través de un «intrincado juicio plagado de amparos e interferencias de autoridades»- durante el proceso que tuvo lugar en 2006 por parte de algunos políticos locales del PRI; así como el acoso a algunas de las víctimas para que cambiaran su testimonio. Pero las pruebas contra Succar Kuri eran inapelables: cajas enteras de documentos, testimonios, fotografías y cerca de 200 vídeos acreditaron las acusaciones.

Otra de las víctimas del empresario libanés fue Lydia Cacho, pero de otra manera. Tras publicar su libro 'Los demonios del Edén' en el que la periodista dejaba al descubierto la red de pornografía y pederastia y a varios de los implicados, comenzó una campaña de acoso y persecución contra ella que terminó con su secuestro y torturas, que posteriormente denuncia Cacho. Entre los responsables, señaló al entonces gobernador de Puebla, Mario Marín, y al empresario libanés Kamel Nacif, que también vivía en Puebla.

La persecución contra la periodista fue la respuesta a su investigación, que había desvelado las relaciones entre el crimen organizado, poderosos nombres vinculados con el PRI e importantes empresarios como Kamel Nacif, conocido como el «Rey de la Mezclilla», protector de Kuri hasta el punto de asumir los gastos de su defensa. Así lo reseñó la propia Cacho a ABC durante una entrevista concedida en 2006 con motivo de la presentación de la segunda edición de 'Los demonios del Edén' en España. Kamel Nacif, tras la publicación del libro, denunció a la periodista por calumnias y difamación en 2005, pero perdió.

El 16 de diciembre de 2005, la periodista fue detenida en Cancún por policías enviados por el gobernador de Puebla (del PRI) y, en medio de presiones, torturas y amenazas de violación trasladada por tierra a una prisión poblana. Fue liberada a los pocos días por presiones de grupos feministas, según recuerda el medio mexicano 'La Jornada'.

Meses después, en la grabación de una llamada telefónica entre el exgobernador Mario Marín y Kamel Nacif, el mismo funcionario confesó que el secuestro y encarcelamiento de Cacho fue un favor a su amigo, que lo llamó «mi góber precioso».

Las cintas, que fueron enviadas anónimamente a 'La Jornada', revelan que Nacif ordenó que Cacho fuera agredida sexualmente por las locas y las tortilleras presas en el penal poblano, información que, según subraya el medio mexicano, les causó mucha gracia al gobernador y al empresario, que conversan alegremente. En la grabación se evidencia que Succar Kuri es amigo de ambos.

En la entrevista con ABC, la periodista desconfiaba en aquel entonces de que las causas contra Succar Kuri y sus secuestradores fueran adelante con un Gobierno del PRI. En el verano de 2006, ganó las elecciones Felipe Calderón, del PAN. Ese mismo año, la justicia mexicana logró la extradición del empresario libanés, que se encontraba detenido en Arizona. En 2011, antes de concluir el mandato de Calderón, fue condenado a 93 años de cárcel.

En cuanto a los cómplices de Succar Kuri, hubo que esperar al sexenio de López Obrador, ya que no se produjo ningún avance durante el mandato de Peña Nieto, del PRI, que estuvo en el poder entre 2012 y 2018. En 2021, Mario Marín fue capturado por la Fiscalía General de la República en Acapulco por su presunta responsabilidad en el delito de tortura, y está a la espera de ser juzgado; mientras que, Kamel Nacif no puede ser juzgado en México, al residir en Líbano, país con el que no hay tratado de extradición y donde deberá ser juzgado.

El único que ha sido sentenciado por la denuncia de la periodista, escritora y defensora de derechos humanos fue Juan Sánchez Moreno, exdirector de Mandamientos Judiciales de Puebla. Detenido en abril de 2019, meses después se declaró culpable de las torturas a Cacho y fue condenado a más de 5 años de prisión.

Lydia Cacho, que ha seguido publicando libros denunciando los abusos a menores, tuvo que abandonar su país debido a la persecución y las amenazas de muerte. Vive desde hace varios años en España y tiene la nacionalidad española. Hace un par de años llevó a escena su obra 'La infamia', basado en el libro autobiográfico 'Memorias de una infamia', en el que la periodista relata su secuestro y el modus operandi de un gobierno cómplice de la corrupción y la violencia.