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Acusan al gobernador de Puebla de proteger a un implicado en pederastia

Unas cintas involucran al político y al industrial en una trama para acallar a la periodista Lydia Cacho, que investigó un caso de tráfico de menores

EFE Mario Marín Tores, gobernador del estado de Puebla

MANUEL M. CASCANTE

CORRESPONSAL

CIUDAD DE MÉXICO. No son los ovejeros suaves de «Brokeback mountain», sino el gobernador del Estado mexicano de Puebla, Mario Marín, y el industrial textil Kamel Nacif, «El rey de la mezclilla» (nombre con el que se conoce en México a ... la tela vaquera). El uno es para el otro «mi héroe chingao»; el otro es para el uno «mi góber precioso». Y, de por medio, unas faldas: las de la periodista Lydia Cacho, quien en su libro «Los demonios del edén», sobre el abuso sexual infantil a gran escala, acusa al empresario de participar en fiestas con menores que organizaba en Cancún el pederasta Succar Kuri, preso en Estados Unidos y sujeto a un proceso de extradición.

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