La prensa internacional teme una nueva «partida de póker» de Pedro Sánchez que hipoteque el futuro de España

Sentados esos principios, comparados con la legislación inglesa, muy pulcra e implacable, en ese terreno, González Durántez recuerda que «ningún político» o partido ha hecho nada para afrontar esa ausencia de referencias éticas, controladas jurídicamente, pero parece temer que el comportamiento de Sánchez pueda ahondar las crisis de fondo, éticas, jurídicas y policiales que impiden perseguir con rapidez y eficacia a los «consejeros políticos» y reptiles que viven y prosperan en un pozo sin fondo de aguas sucias y pestilentes.

La BBC, por su parte, desmenuza el rosario de problemas y dudas jurídicas que continúan pesando sobre la vida pública española, comenzando por las sospechas sobre la esposa del presidente, recordando el marco mucho más amplio de incertidumbres de fondo: las exigencias nacionalistas vascas y catalanas, la fragilidad relativa de la coalición gubernamental, unida ante un incierto futuro.

En Berlín, 'Die Zeit' insiste en un punto quizá capital: «Sánchez anuncia que quiere seguir con más fuerza». Ese «más fuerza» es repetido una y otra vez, en París, en Roma, en Nueva York, sugiriendo siempre el riesgo de una escalada de tensiones. Ese aspecto «enérgico» de la «determinación» es evocado con matices por el 'New York Times' y 'La Repubblica', en Roma.

En Múnich, la 'Süddeutsche Zeitung' insiste en ese mismo punto: gobernar «con más fuerza aún». En Bonn y Berlín, la 'Deusche Welle' subraya uno de los puntos más sensibles de esa ambición presidencial: «Sánchez apuntaría a una reforma de la Justicia en España». Reforma que parece destinada a «contentar», a sus aliados de izquierda, Sumar y Podemos, pidiendo algo así como «mano dura» con la Justicia que no comparte el punto de vista del PSOE y Moncloa sobre la instrucción de escándalos recientes, de la esposa del presidente al Caso Koldo, entre otros, voluntariosamente ignorados por los portavoces oficiosos de la Moncloa.

En París, la emisión de televisión 'Le Petit Journal', presenta la carrera política y maniobras de Sánchez como una «sucesión de partidas de póker», donde siempre está hipotecado el futuro de España. Un día «no dormiré tranquilo con Podemos en el poder», y otro día abrazo fraternal con Pablo Iglesias. Un día se rechazan las exigencias nacionalistas e independentistas vascas y catalanas y otro día se firma un «armisticio» y «amnistía» con Carles Puigdemont.

'Le Monde', por su parte, hace un relato completo de los diversos frentes de tensión a primera sangre política, entre el Gobierno y la oposición, entre el PSOE y el PP, para subrayar que Sánchez «está a la cabeza de una coalición frágil», cuando las exigencias vascas, ayer, y catalanas, mañana, plantean cuestiones de gran calado para el futuro español.

A juicio de 'Le Monde', las concesiones de Sánchez a los nacionalistas catalanas «son muy polémicas» y siguen pendientes de una amnistía de contornos mal conocidos «que no será definitivamente adoptada hasta finales de mayo».

En Perpiñán, en los Pirineos Orientales, la 'Cataluña norte, según la terminología nacionalista, las relaciones políticas y personales entre Sánchez y Puigdemont, suscitan interés en la prensa local. 'L'Independent', por ejemplo, recuerda que Puigdemont ha prometido un mitin diario a sus fieles, en territorio francés, hasta las elecciones…

Sin duda, la tragedia familiar de la muerte de Puigdemont es un nuevo factor emocional grave y sensible. Pero la penúltima decisión de Sánchez introduce un factor imprevisible en la lucha por el liderazgo independentista en Cataluña, cuando Puigdemont, apoyado por Jordi Pujol, amenaza con elevar el listón de sus exigencias de la más diversa índole.