¿A quién pertenecen las instituciones del Estado en una democracia?

«Nada está garantizado en nuestra democracia», pronunció Biden en una graduación del Ejército. «Cada generación tiene la obligación de defenderla, de protegerla, de preservarla, de elegirla»

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El presidente Biden habla en la graduación de West Point AFP

Ante el final del curso universitario, la Casa Blanca se ve inundada cada año de invitaciones para que el presidente de Estados Unidos asista a las ceremonias de graduación que celebran el gran ascensor social que, pese a todo, sigue siendo la educación ... superior. La tradición marca una especie de cupo para la agenda presidencial, limitando la participación del comandante en jefe a tres 'commencements': una universidad pública, otra privada y una academia militar.

Este sábado, Joe Biden pronunció el discurso de honor en la graduación de los cadetes de West Point. El presidente recordó en la entrega de despachos a los 1.036 nuevos oficiales del Army que su juramento de lealtad es a la Constitución de Estados Unidos, no al presidente de turno ni mucho menos a un partido político. En contraste con lo festivo de la ceremonia, Biden introdujo una sombría nota: «Nada está garantizado en nuestra democracia. Cada generación tiene la obligación de defenderla, de protegerla, de preservarla, de elegirla. Ahora os toca a vosotros».

'The Economist', en un reciente informe, ha detallado que el orden constitucional de Estados Unidos es especialmente vulnerable porque las leyes posteriores al consensuado «milagro de Filadelfia» de 1787 «han creado lagunas lo bastante grandes como para que las tropas desfilen por ellas», empezando por la Ley de Insurrección que permite al presidente desplegar a los militares contra una revuelta interna o cuando se hace caso omiso de la ley federal. Además de los 135 poderes extraordinarios que un presidente puede ejercitar ante una emergencia nacional, desde congelar cuentas bancarias hasta cerrar Internet.

En junio de 2020, a un tambaleante Donald Trump le tocó pronunciar el discurso de graduación de West Point, a las pocas semanas de que el general Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, tuviera que acompañarle al parque Lafayette, cerca de la Casa Blanca, tras una dura represión policial de una protesta de Black Lives Matter. Desde aquel momento, quedó en evidencia su idea patrimonial de las instituciones y su obsesión por la lealtad personal.

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