Netanyahu «completará el trabajo» en Gaza pese al boicot de decenas de países en la ONU

Pero fue polémico no solo por sus palabras, también por la reacción de parte de los asistentes. Decenas de delegaciones mostraron su rechazo a Netanyahu y a la política de Israel en Gaza con un boicot. La delegación española se sumó a quienes boicotearon la presencia de Netanyahu en el gran cónclave anual de la comunidad internacional, después de la cascada de acusaciones contra el primer ministro israelí expresadas esta semana por Pedro Sánchez durante su paso por Nueva York, donde la ONU tiene su sede.

Fuentes oficiales del Ministerio de Exteriores de España confirmaron a este periódico que «la delegación española no asistió». Otras delegaciones pusieron de manifiesto su rechazo de forma más evidente: estaban en la sala de plenos de la Asamblea General y, tras entrar Netanyahu, se levantaron y se fueron, mientras sonaban algunos aplausos y algunos abucheos a esta decisión.

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«Gracias a la determinación de nuestro pueblo, al coraje de nuestros soldados y a las decisiones rotundas que tomamos, Israel se recuperó de uno de sus días más oscuros para conseguir uno de las remontadas militares más sorprendentes de la historia», dijo Netanyahu al principio de su discurso, en el que mostró un mapa con las amenazas que enfrentaba Israel hace un año: Irán, los hutíes en Yemén, Hizbolá en Líbano, milicias proiraníes en Siria o Irak, Hamás en Gaza… Con un rotulador, los fue tachando uno a uno en el mapa. Con especial celebración de Irán, tras la corta guerra que libró hace unos meses para destruir su programa nuclear. «Quiero agradecer al presidente Trump por su actuación decisiva y firme. Él y yo prometimos que evitaríamos que Irán desarrollara armas nucleares y hemos cumplido», dijo.

En medio del creciente aislamiento de Israel por su operación militar en Gaza, Netanyahu, sin sorpresas, insistió en que no dará ni un paso atrás. «No hemos acabado. Los últimos restos de Hamás están refugiados en la Ciudad de Gaza y están comprometidos a repetir las atrocidades del 7 de octubre», dijo en relación al ataque de hace casi dos años del grupo terrorista palestino en territorio israelí. «Por eso debemos completar el trabajo y debemos hacerlo lo más rápido posible».

El último esfuerzo diplomático de la comunidad internacional para frenar a Netanyahu en Gaza ha sido la oleada de reconocimientos del Estado palestino por parte de países occidentales y aliados de Israel, como Reino Unido, Francia, Canadá o Australia. España lo hizo ya el año pasado, al igual que otros países como Noruega e Irlanda.

Netanyahu ha sido muy crítico con esos reconocimientos y ha prometido represalias a esos países. En su discurso, elevó su condena y dijo que esa decisión de reconocimiento «supone un mensaje muy claro: asesinar a judíos tiene recompensa».

«Habéis hecho algo horrible», dijo Netanyahu a estos países. «Esa decisión desgraciada animará al terrorismo contra los judíos y contra gente incente en todos lados».

El primer ministro israelí condenó a los «líderes débiles» que buscan «apaciguar al mal en lugar de apoyar al país cuyos soldados valientes os protegen de los bárbaros que están a vuestras puertas».

Netanyahu rechazó de pleno la solución de los dos Estados, la posición tradicional de la ONU y de la mayoría de la comunidad internacional. «Porque los palestinos no creen en esa solución. No quieren un Estado al lado de Israel. Quieren un Estado palestino en lugar de israel», defendió el líder israelí. En la víspera, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, aseguró en su discurso ante la ONU que buscaba una solución de dos Estados en paz. Pero Netanyahu dejó claro que no cree en esos compromisos, y que la Autoridad Palestina es «completamente corrupta. No han celebrado elecciones en veinte años».

«Lo que estáis haciendo es dar la mayor recompensa a fanáticos intolerantes», insistió Netanyahu frente a los reconocimientos de Palestina como Estado. «Así que aquí va otro mensaje para esos líderes occidentales: Israel no permitirá que nos traguemos un Estado terrorista. No cometeremos un suicidio nacional porque no tenéis las agallas de enfrentaros a medios de comunicación hostiles y a las turbas antisemitas».

Netanyahu aseguró que las acusaciones de genocidio y de que Israel va de forma deliberada a por civiles son «falsas». «Lo contrario es lo cierto», defendió el líder israelí, que acusó a Hamás de utilizar a los civiles como escudo para su «propaganda enfermiza de guerra contra Israel». «Para Israel, cada víctima civil es una tragedia. Para Hamás, es una estrategia», sentenció.