Harris y Walz doblan en Chicago su apuesta por la 'campaña de la alegría'

La letra de la canción demócrata sigue siendo la misma -por mucho que se esfuercen, no pueden evitar que Harris haya sido la segunda de Biden durante los últimos cuatro años-, pero ha cambiado la música. Hasta el cambio en la candidatura, el tono de la campaña era cualquier cosa menos entusiasta. La línea central del intento de regreso de Donald Trump a la Casa Blanca es una visión apocalíptica de EE.UU., una nación en declive, que se cae a pedazos, que necesita ser rescatada. Por el lado demócrata, Biden seguía aferrado a su mensaje de 2020, con el que logró imponerse a Trump: la lucha por el «alma del país», por «salvar la democracia». Para acabar de encapotar la campaña, los candidatos eran ambos impopulares y considerados demasiado mayores para el cargo -tanto Trump, con 78 años, como, sobre todo, Biden, que cumplirá 82 poco después de la elección- y la mayoría de los votantes de cada partida preferían otras opciones.

Mientras Trump no ha movido pieza, el advenimiento de Harris ha cambiado esa dinámica y ha transformado su campaña. La candidata, con el motor del alivio demócrata de no tener ya a Biden al frente, ha llenado estadios como no ocurría desde la aparición del fenómeno de Barack Obama. De momento, como se esperaba ayer por la noche, ha conseguido la transformación con una presencia impecable y con discursos leídos; y huyendo de los medios, a quienes no ha concedido una sola entrevista ni una rueda de prensa desde que llegó a la candidatura hace un mes.

Noticia Relacionada

Biden defiende su legado ante el recambio por Kamala: «América, te di lo mejor que tenía»

Javier Ansorena

El primer día de la Convención Nacional Demócrata buscó marcar una entrega de relevo triunfal plagada de ataques a Trump ante un público entusiasmado

Durante la convención, las alusiones en los discursos de las personalidades demócratas al 'joy' ('alegría') que acompaña a Harris han sido constantes. En lugar de hablar de la lucha por la democracia, la convención ha pivotado hacia el concepto de 'libertad', para arrebatárselo a los republicanos.

El mejor ejemplo de ello fue el propio Walz en su discurso de aceptación de la candidatura a la vicepresidencia, en el cierre de la jornada del miércoles. «Vamos a luchar por tu libertad para vivir la vida que quieras, porque eso es lo queremos para nosotros y para nuestros vecinos», dijo el gobernador de Minnesota, que sostuvo que «cuando los republicanos hablan de libertad, se refieren a que el Gobierno debe ser libre para invadir la consulta de tu doctor, que las compañías deben tener la libertad de contaminar el agua de tu zona y que los bancos son libres de aprovecharse de sus clientes».

Walz habló con la sonrisa pegada a la cara y trató de proyectar la imagen de 'hombre común' que motivó su fichaje por Harris: el maestro, cazador, veterano del ejército, entrenador del equipo de fútbol americano del instituto. «Vamos a dejarlo todo en el campo», prometió en una de sus muchas referencias deportivas, «es hora de pasar página con Trump».