EEUU eleva a «acto de guerra» los ataques cibernéticos
El Pentágono usará la fuerza militar contra países que realicen incursiones en los sistemas informáticos para sabotearlos
EMILI J. BLASCO
El Pentágono ha elevado a la consideración de “acto de guerra” los ataques cibernéticos que puedan realizarse desde otros países, a los que podría responder con el uso de la fuerza, utilizando medios militares tradicionales, contra los gobiernos que los promuevan. En un documento que el Departamento de Defensa estadounidense ... se dispone a desclasificar parcialmente, se equipara por primera vez la incursión de “hackers” en los sistemas informáticos para sabotearlos como acciones de guerra del enemigo, susceptibles de una respuesta militar, como el bombardeo o lanzamiento de misiles, contra los países que los impulsen o amparen.
La última vez que el sistema informático militar norteamericano resultó penetrado fue en 2008, con sospechas de que se originó en Rusia, aunque sin saberse si el Gobierno ruso tuvo algo que ver. Este fin de semana, la compañía armamentística Lockheed Martin, uno de los mayores proveedores de las Fuerzas Armadas de EE.UU., reconoció haber sido víctima de una infiltración , si bien su impacto se ha minimizado.
El documento del Pentágono, de treinta páginas, aunque sólo se desclasificará una versión de doce, de acuerdo con la información de “The Wall Street Journal” , deja abiertas una serie de consideraciones que deberán ayudar a definir el carácter del ataque y su respuesta. Entre ellas cómo estar seguros de dónde procede del ataque o la gravedad de éste.
El Ato Mando baraja la idea de “equivalencia”, de manera que en función de los muertos, el daño, la destrucción o el desbaratamiento que provocara se quipararía a un ataque militar que tuviera las mismas consecuencias y se pensaría en el uso de la fuerza con que nornalmente se respondería a un ataque militar tradicional de ese tipo.
Otra varible es el grado de certeza de que el Gobierno de un país esté detrás de determinadas incursiones de “hackers” informáticos. El Pentágono cree que los ataques más sofisticados necesitan el apoyo de un gobierno. Por ejemplo, en el caso de un gran asalto tecnológico que suponga derribar la red eléctrica de una nación, difícilmente puede llevarse a cabo sin el apoyo de un Estado.
Para el Pentágono, las Reglas del Conflicto Armado, derivadas de tratados internacionales, como la Convención de Ginebra, y que han guiado las guerras tradicionales, deben aplicarse también a la guerra cibernética. Ya la OTAN dio un primer paso el año pasado al decidir que en el supuesto de un ataque cibernético a un país aliado la organización debería convocar a sus miembros para “consultar” sobre la respuesta que debería darse , aunque no se requeriría que el resto de países acudieran en ayuda del país atacado. La comisión específica creada al respecto no se ha reunido para analizar ningún caso.
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