La Princesa Mette-Marit interrumpe su rehabilitación y reaparece por sorpresa junto a Haakon de Noruega

Fue una jornada excepcional para los seguidores de la princesa, quien llevaba desaparecida un largo tiempo. A finales de septiembre se comunicó que iniciaba un periodo de descanso y anonimato con el fin de tratar su enfermedad, lo que llenó de preocupación a todo el país. Comenzaba así un periodo de rehabilitación que en principio la tendría ausente todo el mes de octubre. Ella misma avanzó que viviría entre su casa y el hospital.

Según contó el especialista Olav Kåre Refvem en el canal TV2, el objetivo era trabajar en el fortalecimiento muscular para aprender a vivir con menos oxígeno en el hospital Lovisenberg, a la espera de ver cómo evolucionaba de su tratamiento para una enfermedad con la que lleva lidiando cerca de una década.

«Debería haberlo hecho hace tiempo, pero ahora es el momento. Así que lo haré. Porque necesito un poco más de ayuda que antes para afrontar la vida diaria con la fibrosis pulmonar. Creo que se trata de conocer a otras personas que padecen la misma enfermedad pulmonar que yo. Y de tener un mejor control sobre cómo afrontaré mi vida diaria con esta enfermedad crónica», declararía la propia Mette-Marit para justificar su parón. Era lo que le faltaba a la princesa después de un año fatal, y lo que queda, pues en febrero se inicia el juicio contra su hijo, Marius Borg, acusado de 32 delitos, incluido el de violación.

Así que ha sido toda una sorpresa ver a la Princesa Mette-Marit, de baja desde el 19 de septiembre, verla de vuelta para un acto institucional en la catedral de Oslo. Se esperaba su vuelta a la escena pública para el 23 de octubre, con motivo de la apertura del parlamento nacional, pero ha adelantado una semana su regreso, probablemente la señal de que el tratamiento parece ir bien.

Mette-Marit ha reaparecido del brazo de su marido, el Príncipe Haakon, y juntos han asistido a una ceremonia en celebración del histórico paso dado por la iglesia evangélica luterana noruega, cuyo presidente, lav Fykse Tveit, pidió perdón por «la vergüenza, gran daño y dolor» que la institución ha causado a la comunidad LGTBI.

Se esperaba hace largo tiempo ver juntos a los herederos de la corona después de que la enfermedad de la princesa le impidiese acompañar a su marido a su viaje a Estados Unidos con motivo del 200º aniversario de la inmigración noruega en el país. «Siempre es mejor viajar juntos», reconoció entonces Haakon de Noruega, no sin pesar.

Ahora la duda es saber si la reaparición de la Princesa Mette-Marit ha sido como resultado de una mejoría de su salud o realmente ha tenido que hacer un esfuerzo para reivindicarse después de todos los escándalos y comentarios suscitados en las últimas semanas, además de los rumores sobre su estado de salud.