75 aniversario
Marisol, media vida buscando un olvido imposible
Pepa Flores cumple 75 años alejada de los focos y al lado se su gran amor Massimo Stecchini
La hermética vida de Marisol tras desaparecer del foco mediático
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Iniciar sesiónGreta Garbo tenía 35 años cuando decidió no volver a pisar un plató ni ponerse delante de una cámara, a pesar de la llamada de grandes directores como Max Ophüls o Luchino Visconti que le prometían papeles maravillosos en las mejores producciones ... de la MGM. Greta no cedió. Pepa Flores tenía 38 cuando se hizo la misma promesa, retirándose a su casa de Málaga para disfrutar de los pequeños placeres de la vida que ni la fama ni el éxito le habían permitido gozar hasta entonces. Marisol ha cumplido 75 años este 4 de febrero manteniendo su palabra a pesar de los cantos de sirena del mundo del cine y de la música, que darían lo que no está escrito por firmar una película, un disco, lo que sea que suponga su regreso triunfal al mundo del espectáculo.
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Isa P; fría, desconfiada, poco cariñosa pero muy sensible
Antonio Albert
Pero ese tren ya pasó y Pepe Flores lleva media vida ajena a los focos. Bastante intensa fue ya esa primera etapa en la que empezó siendo la niña prodigio del cine español y terminó como musa del compromiso político en los años de la Transición, todo un viaje que le permitió protagonizar títulos tan dispares como 'Tómbola', en sus inicios, o 'Mariana Pineda', en la plenitud de su carrera. Por no hablar de sus éxitos canciones, que van de las alegres melodías como 'Corazón contento' o clásicos como 'Háblame del mar, marinero'.
¿Qué llevó a Marisol a tomar la decisión? Corría el año 1985 y acudió al Festival de San Sebastián con la película 'Caso cerrado', de Juan Caño, en la que tiene un papel secundario Antonio Banderas. En realidad, Pepa lo había decidido antes y si finalmente rodó la película fue como un regalo al director, que fuera durante muchos años periodista en TVE, uno de sus grandes amigos, que la convenció, entre otras cosas, por la temática del filme y los dilemas éticos que plantea. Esos temas eran los que entusiasmaban a Pepa Flores, una actriz comprometida con diversas causas.
Como remate a su situación personal, al año siguiente obtuvo el divorcio de su segundo marido, el bailarín Antonio Gades, cuyos vínculos con el Partido Comunista la llevaron a casarse en Cuba teniendo como testigos a Alicia Alonso y al mismísimo Fidel Castro. Aquel matrimonio fue una bocanada del libertad tras vivir con Carlos Goyanes una relación marcada por el férreo control de su descubridor, su suegro, el productor Manuel Goyanes.
Su gran amor
Si Marisol es el personaje, Pepa es la mujer que cualquiera puede encontrarse por la Malagueta paseando de la mano con su pareja desde hace ya tres décadas, Massimo Stecchini, un hombre que lo sacrificó todo por amor y que la cuida en cuerpo y alma.
Después de esos dos matrimonios de su primera etapa vital, en la fue portada de revistas y posaba con sus parejas, Massimo es el amor de su madurez, el que ha conectado con una discreción que tampoco implica secretismo, solo sencillez y espontaneidad: lo mismo hacen la compran que van a la finca de Moclinejo, lo mismo podemos verles solos que con Alejandra, la pequeña de sus dos nietos.
Sus hijas
Hace tres años, cuando la Academia del Cine Español le otorgó el Goya de Honor, muchos pensaron que sería una ocasión perfecta para que Pepa Flores dejara ver a Marisol. Aunque fuera por una noche. No fue así. Sus tres hijas se ofrecieron a recoger el premio y dejaron claro que defenderían el silencio de su madre con uñas y dientes. La mayor, María Esteve (48), a la que llaman cariñosamente 'Mariquilla', seguía los pasos de su madre en el cine hasta que decidió entregarse en cuerpo y alma a preservar el legado de su padre a través de la Fundación Antonio Gades.
El año pasado, junto a Eugenia Eiriz, viuda del bailarín, inauguró la exposición 'Tierra, mar y fuego'. Lleva su vida personal con tanta discreción que apenas sabemos que se casó en secreto en 2011 y que tiene un perrito que se llama Boquerón. Su hermana, Tamara estudió psicología (46) y trabaja como coordinadora en una ONG vinculada con el mundo gitano. Tiene una hija, Alejandra, que es el ojito derecho de su abuela.
Por último, Celia (40), la pequeña, se dedica a cantar y a rendirle tributo a su madre con el disco '20 años de Marisol a Pepa Flores'. De su relación con el cantaor Manuel de la Curra nació Currito, ya un adolescente de 16 años, primer nieto de Pepa Flores.
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