José María Gil Silgado, ex de María Jesús Ruiz, tras salir de prisión: «Me dijeron que me quedaban menos de 48 horas de vida»

Hace un año, el ex de la maniquí ingresó con carácter urgente en el Hospital Infanta Elena de Huelva por unos fuertes dolores en el pecho y por tener la tensión por las nubes. Cabe apuntar que, por aquel entonces, se encontraba cumpliendo con su condena y la habitación donde se hallaba fue custodiada por dos agentes policiales. Su delicado estado de salud motivó que pidiera que le concedieran el tercer grado -el artículo 104.4 del Reglamento Penitenciario señala que Gil Silgado podía obtener dicha clasificación al padecer una «enfermedad muy grave y con padecimientos incurables»-. Y así ha sido.

Como adelantó la revista 'Semana' a finales de enero, el empresario ya disfruta de la libertad condicional. Desde el citado medio apuntaron que lo primero que hizo tras abandonar la prisión onubense fue ir a reencontrase con su hija mayor, acudir a un centro comercial para comprar comida e instalarse en un inmueble que posee su familia para poder comenzar con su nueva vida. Ahora, tras dos semanas en libertad, 'La Razón' recoge la reflexión del ex de María Jesús Ruiz tras salir de la cárcel. Sobre su futuro, Gil Silgado está «volcado en la familia, que es el mayor apoyo que tengo, y en recuperar mi salud».

El empresario cataloga su paso por la cárcel como «durísimos». «Ten en cuenta que, aparte de estar encarcelado, me vinieron todos los problemas de salud. Era un desasosiego continuo. Y, además, estuve cuarenta y cinco días ingresado en un hospital tras la intervención del cáncer de colon… Es que me dijeron que me quedaban menos de cuarenta y ocho horas de vida. Imagínese que tragedia. Fue desesperante. De hecho, se publicó que me había muerto. Menudo susto para mis hijos». Además, está deseando reencontrase con la que tuvo con María Jesús Ruiz, a la que lleva más de tres años» sin ver.

«No quise que la pobre fuera a una cárcel a ver a su padre tras unas rejas. Ahora quiero recuperar las visitas, y mis abogados están moviendo el tema porque mi relación con su madre no es buena, esta mujer no colabora… Todo se hará por lo legal», confiesa Gil Silgado. Aún así, no guarda rencor a la maniquí: «Es cierto que es la misma persona me hundió pero me ha dejado una hija que es la más bonita de este mundo. La vida tiene estos contrastes. Mi pequeña ya tiene ocho años y no quiero perderme su crecimiento y su educación».