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No tires la cáscara de la sandía y haz esto para aprovecharla

Son muchas las posibilidades gastronómicas para sacar el máximo partido de la fruta veraniega

Calor y alimentación: ¿está prohibido usar huevo fresco en bares y restaurantes?

Andrea del Valle

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La sandía es, para muchos, la fruta estrella del verano, siempre enfrentada al melón, muy utilizado en épocas estivales en elaboraciones como ensaladas, cremas de melón con jamón serrano o platos dulces. Así, la sandía tiene mayor cantidad de agua que el anterior, y la forma más sencilla y común de disfrutarla es, simplemente, partiéndola y comer su interior. Aunque esta no es la única opción. Su cáscara también puede ser aprovechada, y tiene multitud de posibilidades gastronómicas.

Mermelada de sandía

La mermelada de sandía puede contener ingredientes como la naranja o el jengibre

La cáscara de la sandía puede servir para preparar mermelada de la forma más sencilla. En la elaboración es posible incorporar elementos como lima, limón, naranja o jengibre, aunque esto va al gusto. La forma más simple: sandía, azúcar y agua. Todo lo que hay que hacer es cortar la parte blanca de la corteza y separarla de la parte más fina y dura, que será la única desechada. Una vez hecho esto, se debe cortar la corteza —y protagonista de la elaboración— en pequeños tacos. Tras incorporarla a una olla, se añadirá el agua y el azúcar. A fuego medio durante unas horas, en función de las cantidades, se formará una mermelada que, a gusto, se puede comer con los tacos de la sandía sin triturar o triturados.

Cáscara de sandía encurtida

La fruta debe reposar durante una semana para tener el máximo sabor poresible

La forma de preparar la cáscara de sandía encurtida es sencilla y rápida, pero se debe esperar una semana para que coja un mayor sabor. El proceso es simple: en una olla, se debe hervir sal y azúcar hasta disolverse al completo. Una vez esto ha ocurrido, se añade un chile, que aportará el toque picante. Con los tacos de la corteza ya preparados —siempre dejando fuera la piel verde—, el fuego se debe apagar cuando esté cerca de bullir. En un tarro se deposita la corteza de la sandía y, posteriormente, la preparación, llenando el recipiente lo máximo posible. Tras esto, solo queda cerrar el tarro y esperar unos siete días.

Fruta confitada

Es posible confitar todo tipo de frutas

Para los más golosos, esta es sin duda una de las mejores opciones. Al igual que en el resto de elaboraciones, la lista de ingredientes necesarios es breve: tan solo es necesaria la corteza de la sandía, colorante alimenticio, azúcar, esencia de vainilla y, para los amantes del toque cítrico, zumo de limón. Tras cortar la parte blanca de la sandía en trozos, esta vez más grandes que en las anteriores preparaciones, se deberán mezclar en una olla con azúcar y agua. Tras estar a fuego alto, la corteza comenzará a cristalizar. Este es el momento de bajar el fuego y dejar que el almíbar reduzca al completo. Después, solo quedará añadir el colorante, reducir de nuevo y dejar que se enfríe. Una última capa de azúcar será el punto y final de la elaboración.

Chutney

Hortalizas como el tomate también funcionan muy bien a la hora de preparar chutney

Originaria de La India, el chutney es una preparación agridulce que, usualmente, es utilizada para acompañar carnes frías y distintos alimentos. La elaboración también es muy popular en Reino Unido: de textura fina o con trozos sin triturar, suaves y picantes y más o menos densas, las posibilidades son infinitas y van por gustos. Es posible utilizar todo tipo de frutas y verduras. En el caso de la corteza de la sandía, una opción es mezclarla con agua, vinagre de manzana, unos copos de chili, sal y azúcar. La elaboración marida a la perfección con quesos y pavo, al igual que otras frutas como el mango, que combinan muy bien con platos como el pollo al curry.

En almíbar

El procedimiento es similar al de la preparación de la fruta confitada. Según algunos estudios, la mermelada encuentra su origen en el antiguo Egipto, donde comenzaron a hacer distintas confituras de fruta, hierbas y especias. Así, es una excelente forma para dar una segunda vida a distintos alimentos y, a la vez, conservarlos durante un mayor periodo de tiempo.

En este caso, se debe cortar la cáscara de la sandía y, en una olla, se debe dejar reposar la cáscara junto al azúcar para que suelte todo su jugo. Tras esto, solo queda añadir dos vasos de agua y poner la fruta a cocer, proceso que llevará varias horas en función del resultado buscado.

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