Dónde comer en Ibiza este verano: chiringuitos, sol, playa, gran ambiente y buena mesa

Can Domo

Es la aventura estival de los albaceteños Javier Sanz y Juan Sahuquillo -Cañitas Maite y Oba- en una casa payesa del siglo XVII. Es un agroturismo interior, rodeado de naturaleza, con huerto propio, que produce aceite, verduras y frutas. Hay pinos y bosques alrededor. Una fórmula con la que los jóvenes cocineros se sienten «identificados». Su objetivo estos días de verano es llevar hasta este espacio el «mejor producto del entorno». «Es un concepto muy cercano al de Cañitas Maite en Casas Ibáñez: parrilla, fonditos bien trabajados, pescado, verdura», explica. A ellos se suman su trabajo con los arroces: desde uno de chuleta madurada 120 días, a otros de verduras de su propio huerto, de carabineros y chipirón de playa, de gamba blanca y alcachofa o de ibéricos Joselito –costilla, chichas y papada–. «Todo con lo que se encuentra en la isla, desde el mero, el pargo, los loritos o la langosta hasta el cordero ibicenco, el gallo payés o el 'porc negre'. Se trata de aprovechar lo que ofrece el entorno y radicalizarlo con una línea muy naturalista».

Cuentan con un menú degustación que pretende ser un recorrido por el entorno que les rodea. Arranca con la mejor croqueta del mundo 2021. Sigue con un buñuelo de queso artesano de Ibiza de la quesería Ses Cabretes ; alcachofas, berberechos, y consomé de jamón joselito; carabinero asado, manteca y sabayón de sobrasada de 'porc negre' ; pescado salvaje a la brasa, pil pil de bosque y hierbas halófilas; y solomillo de vaca madurado, micro vegetales y jugo de tuétanos asados. El postre llega en forma de helado de pino, crema de piñones y brioche de leche de oveja. Tiene un precio de 105 euros sin armonía de vinos.

También existe la posibilidad de cenar a la carta. En ella se encuentran opciones de pescado que elaboran a la parrilla y que varían según el día, además de robadallo y ventresca de atún. El primero acompañado de unas espinacas silvestres a la crema y la segunda con 'demiglace' vegetal y apionabo encurtido. Sanz y Sahuquillo han seleccionado cortes de cordero ibicenco , gallo payés o el 'porc negre' . También cuentan una txuleta de vaca madurada seleccionada por Carnicas Lyo.

Por la mañana la carta se vuelve más informal con cocina para comer con las manos: desde la célebre croqueta que lanzó a estos dos albaceteños a la fama, pasando por un singular 'lobster roll' servido en un brioche con bogavante salvaje, ensalada 'coleslaw' y hierbas del entorno o una hamburguesa de buey rubio gallego madurado, queso artesano, papada Joselito y yema payesa.

Can Domo, muy cerca de Santa Eulalia, es el proyecto de tres jóvenes emprendedores –Bernardo Godino, Pablo Casado y Álvaro Sasiambarrena–. El hotel que acoge este rincón gastronómico abierto –no es necesario estar hospedado– cuenta con habitaciones diferentes entre sí que se caracterizan por su arquitectura tradicional ibicenca y por estar decoradas con piezas de diseño exclusivas y naturales manufacturadas por artesanos de toda España.

Can Domo.

Carretera de Cala Llonga, Km 7.6. Santa Eulalia. Ibiza.

Etxeko by Martín Berasategui

La propuesta gastronómica del hotel Bless Ibiza -autodefinido como 'lujo hedonista' y un rincón selecto pero también elegante y tranquilo frente al mar- lleva el inigualable sello de Martín Berasategui en su restaurante principal, Etxeko, y la firma del chef cordobés Paco Budía. La unión de maestro y discípulo marcha bien, porque ya le ha valido a este local un sol Repsol y buena acogida en su temporada anterior.

La carta que ofrecen en la isla reúne el mejor producto local con las técnicas y los sabores de la cocina vasca. Su menú degustación, de 11 pases en su versión completa (a 130 euros, aunque también hay menú corto y platos de la carta), incorpora algunos clásicos del chef Michelin, como la tortilla líquida, la trufa con setas fermentadas, los bombones de ibéricos o el solomillo 'Luismi' con clorofila de acelgas. Pero además presenta lubina salvaje o lámina de presa ibérica, entre otras delicias.

En medio, como en muchos gastronómicos, se sirve un pan brioche con una selección de mantequillas saborizadas caseras, un producto que a los cocineros de Etxeko les lleva una semana elaborar y que representea su apuesta por las elaboraciones y los sabores.

El restaurante cuenta con una refinada y acogedora sala en la primera planta entrando por el 'lobby' del hotel (con un excelente spa, por cierto, y una 'infinity pool' en la azotea) o en la gran terraza que tiene asomada a las piscinas -zona en la que durante el día hay bar, un eficiente comedor -con muy buen sushi- y espectáculos para mayores y pequeños y con magníficas vistas al mar en calma de este enclave ibicenco.

Etxeko by Martín Berasategui

Avenida de Cala Nova. Es Canar. Ibiza

Zuma Ibiza

Es una de las aperturas más esperadas del verano en la Pitiusa, ha revolucionado los paladares en las principales capitales del mundo y, tras el éxito de su inauguración en Madrid en 2021, Zuma cuya galardonada cocina japonesa contemporánea ha reinventado el concepto de cocina asiática, llega a Ibiza el próximo 1 de julio con su primer 'pop-up' (dicen que de un año) de la isla mediterránea.

Ubicado en la terraza del Ibiza Gran Hotel , este restaurante refleja un innovador concepto de Izakaya (taberna japonesa). Con barra de sushi , parrilla robata y una cocina abierta situadas en el centro del espacio, aquí se degustarán algunos de sus platos de autor más reconocibles como el solomillo de ternera picante con sésamo; el bacalao negro marinado con miso; los langostinos tigre con yuzu o la lubina a la parrilla con tomate asado y jengibre.

Imprescindible su carta de cócteles que incluye clásicos contemporáneos y sakes de primera calidad, diseñados para complementar los sabores japoneses del menú.

Zuma Ibiza

Paseo Juan Carlos I, 17 (Ibiza).

Beso Beach

Beso Beach , el chiringuito más romántico de Ibiza -hermano menor del de Formentera, de los mismos dueños y que este verano cumple su décimo aniversario-, es la cita anual de todos los famosos que pasan por allí, muchos en barco, del que se bajan para disfrutar de una comida y de la 'experiencia beso' en primera persona.

Además de su gran ambiente, animado por buena música, un personal eficiente y sonriente y una decoración 'boho chic' relajada y acogedora, en este chiringuito se come una buena paella -de la de verdura, además, sorprende- y unos mejillones con una salsa propia que también triunfan. Otro de sus platos estrellas es el tartar de atún y los chuletones , que su dueño, como buen vasco, no quiso dejar de servir aún estando en Baleares, para lo cual se lleva la carne del norte.

Todo ello regado de sangría con cava, un clásico en uno de los chiringuitos más visitados y fotografiados (el de Formentera es para quienes buscan mayor privacidad). Y con las vistas del mejor atardecer, para alargar la comida en un 'tardeo' inmejorable.

El Beso

Playa de ses Salines. Sant Jordi de ses Salines. Ibiza

La Gaia

La novedad en el reparto de estrellas en la isla pitiusa este año es La Gaia , ubicado también, como el nuevo Zuma, en el Ibiza Gran Hotel Ibiza y que recibe su primera (Es Tragón es el otro estrellado local). En este restaurante, Óscar Molina hace cocina ‘mediterranean kaiseki’, como ha bautizado a su peculiar fusión de platos asiáticos con sabores peruanos y la utilización como base del mejor producto local.

En sus menús -'Tanit', con diez pases y a 100 euros sin maridaje, y 'Posidonia', de 14 y 130 euros- se incluyen platos como ramen, tiradito de corvina, ostras, cordero y arroz en dos variantes, bogavante, remolacha al horno o atún toro, entre otros platos.

La Gaia, que también tiene dos soles, es el proyecto más personal de Molina, enfocado en sumarse a la corriente de sostenibilidad y cocina de proximidad que inunda la gastronomía mundial. El chef además dirige los otros espacios gastronómicos del hotel de lujo.

La Gaia

Paseo Juan Carlos I, 17. Ibiza.