La estabilidad familiar, clave para la mejora de la natalidad

«La familia es el elemento fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros», (Resolución del Consejo de Derechos Humanos, 25 de junio de 2014). Así comenzó su discurso Ignacio Socías, en el que fue desgranando cual es la situación actual de la familia en el mundo y la importancia de su fortalecimiento:

—1. La pobreza infantil es uno de las características más llamativas, incluso antes de la crisis, aunque ésta no ha hecho sino agravarla y todavía no parece que haya tocado fondo. Concretamente, hoy la mitad de los pobres del mundo son niños.

—2. La sociedad es incapaz de integrar a los jóvenes, dando lugar al desempleo juvenil y las situaciones que les llevan a renunciar a la búsqueda de empleo o a trabajar en condiciones inadecuadas. Actualmente el 40% de los desempleados del mundo son jóvenes (12,6% del total frente al 4,5% de los adultos).

—3. El aumento de la violencia en el ámbito familiar se enfrenta, ante todo, a una cierta paradoja, puesto que se da con más frecuencia en la medida en que los vínculos familiares se han roto o deteriorado.

—4. El desprecio y abandono de los ancianos es una forma de exclusión social, ya que ‘sentirse necesario’ facilita la longevidad y contribuye decisivamente a paliar la falta de cuidadores familiares, ya que son las personas mayores quienes se encargan de esa tarea en mayor proporción que el resto de la población.

«Ante esta situación —continuó Socías— The Family Watch ha realizado las siguientes propuestas que han sido recogidas en la Resolución de 12 de junio 2014 del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y que son aplicables a todos los estados miembros, incluida España»:

1. Definir el contenido de la perspectiva de familia.

2. Dar a la familia su importancia en la agenda de desarrollo.

3. Considerar la relación entre familia y desarrollo sostenible.

4. Definir los indicadores que permitan medir el impacto familiar de una norma mediante el correspondiente informe.

5. Promover el empoderamiento de las familias a través de políticas públicas de ayuda.

6. Recomendar medidas que eviten la transmisión intergeneracional de la pobreza.

7. Promover políticas que favorezcan la conciliación de trabajo y familia, así como la corresponsabilidad de ambos padres.

8. Invertir en programas que faciliten a la familia las relaciones intergeneracionales.

9. Diseñar estrategias que ayuden a prevenir la violencia intrafamiliar.

10. Establecer conciertos con organizaciones de la sociedad civil, sector privado e instituciones académicas para investigar lo que de verdad funciona.

«La apuesta por la familia —concluyó el experto de Naciones Unidas— no puede estar fundamentado en una relación que se agote en su dimensión afectiva, porque la generación y educación de los hijos supone un proceso que exige tiempo y compromiso de los padres, y sólo esto podrá redundar en el aumento de las cifras de natalidad».

A la finalización del acto, se hizo entrega del I Premio Anual de Familia otorgado a Gonzalo Crespí de Valldaura, ex-Presidente de la Orden Hospitalaria de Malta, «en reconocimiento a su extraordinaria labor en la promoción de los valores familiares».