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Mar Flores y Javier Merino, cese temporal y algo más

Tras más de 18 años de relación doña Mar Flores y don Javier Merino han decidido de mutuo acuerdo suspender de forma temporal su convivencia, según publicó en un comunicado la modelo en su cuenta de Instagram

Imagen del día de su boda

BEATRIZ CORTÁZAR

La noche del jueves Santo la modelo Mar Flores se descolgó con un comunicado en su cuenta de Instagram (59,5k de seguidores) firmado junto a su marido Javier Merino donde anunciaban «tras más de 18 años de relación doña Mar Flores y don Javier Merino han decidido de mutuo acuerdo suspender de forma temporal su convivencia . Padres de cuatro hijos piden a los medios que respeten su privacidad y no les sometan a un acoso y seguimiento mediático que puede resultar perjudicial para los niños». Lo cierto es que para la mayoría esta ruptura o cese temporal puede resultar toda una sorpresa pero lo cierto es que el pasado lunes ABC se puso en contacto con Flores para confirmar su ruptura matrimonial y fue ella quien, tras reconocer que estaba atravesando « una racha muy difícil » optó después por quitar hierro al asunto asegurando «no le des más importancia» e insistir en que no se están divorciando.

Apenas tres días de esa llamada el comunicado de Flores y Merino surge por decisión del propio empresario que seguramente alertado por el hecho de que la noticia ya se sabía en ABC ha decidido ser claro y directo y no andarse por las ramas ni querer trasmitir una idea de normalidad cuando lo cierto es que en su circulo mas íntimo se sabe de la ruptura de la pareja y se especula incluso con la presencia de una posible tercera persona que ha acelerado esta separación o cese temporal de convivencia, expresión acuñada por los duques de Lugo cuando anunciaron de forma «light» un divorcio que llegaría meses después.

La ultima vez que se vio al matrimonio fue en uno de los desfiles de la reciente Pasarela Cibeles. Esa misma semana la revista «Diez Minutos» había publicado en portada una fotografía de Merino a la salida de un juicio con Hacienda por el contencioso que mantiene desde hace años. El titular de la publicación aseguraba que el empresario lloraba tras saber que tendrá que pagar a la Agencia Tributaria cerca de dos millones de euros . Fue la propia Mar quien días despues, al aparecer sin Javier en una fiesta del diseñador Jorge Vázquez, aclaró que esas lágrimas no eran tales y que su marido no lloraba desde que tenía 9 años.

Padres de cuatro hijos (Mar tiene un hijo anterior fruto de su matrimonio con el italiano Carlo Constanzia) en estos años el matrimonio ha acaparado más titulares por los problemas con Hacienda del empresario que por supuestas crisis conyugales. Una imagen de absoluta estabilidad fue la que ofrecieron en octubre de 2014 cuando Merino se llevó un buen susto al ser hospitalizado en Ibiza por malaria. Su ingreso se produjo en plena psicosis por los casos de ébola y no respiraron hasta que les aseguraron que lo suyo era una enfermedad que tenía tratamiento y que se debía a los viajes que continuamente realiza por Africa por motivos profesionales. En esos días se les vio más unidos y seguros que nunca de su relación.

Volcada en sus campañas con su firma de productos para casa y complementos en su cuenta de Instagram Flores se presenta como « líder de opinión en moda y lifestyle » y para el recuerdo quedan sus pinitos en el mundo del cine donde siempre lo tuvo muy complicado hasta el día que se lanzo a producir y protagonizar su propia película sin que ese trabajo supusiera el principio de una larga historia.

Lo cierto es que para Mar su matrimonio con Javier Merino supuso un parón y una estabilidad tras muchos años de ajetreada vida sentimental con sonados y polémicos romances que llenaron las paginas de revistas y crónicas rosas. La adolescente del barrio de Usera que triunfó como modelo cuando apenas era mayor de edad se convirtió en una de las mujeres más deseadas del panorama social. Uno de sus primeros amores fue precisamente Bertin Osborne, el solterón más ligón de los 90 , aunque sin duda su romance más sonado fue el que tuvo con el naviero gallego Fernando Fernández Tapias que estuvo locamente enamorado de ella. Tapias la introdujo en su círculo, la llevo a la nieve a Gstaad y a los planes mas lujosos pero lo que nunca imaginó es que un día todo el mundo se enteraría que le había sido infiel con el atractivo conde Lequio. Unas fotografías del italiano y la modelo en la cama de un hotel de Roma cuando oficialmente era la novia de «Fefe» fueron el «bombazo» de las crónicas del corazón y círculos económicos cuya consecuencia fue el derrumbe absoluto de Flores quien para entonces estaba ennoviada con Cayetano Martinez de Irujo a pesar del enfado que esa relación supuso en la duquesa de Alba. « Mi hijo cambia de novia tantas veces como de camisa » dijo Cayetana cuando le preguntaron por Mar. Nunca la quiso como nuera y de ahí el «morbo» que despertó la presencia de la modelo en la boda sevillana de Eugenia y Francisco Rivera.

Ruptura de lazos profesionales

Pero en esos años Mar se tambaleaba y no fue sino Javier Merino, con el que salió en sus primeros años como modelo (la agencia era suya) quien una vez más le tendió la mano para sacarla del atolladero. Su breve matrimonio con Carlo de Constanza se le revolvía cada temporada por las disputas que tenían por la custodia del hijo. Mar era la mujer de los escándalos y estaba cansada de ocupar titulares y enredos. La ruptura matrimonial de su hermana Maria con Kiko Matamoros también le paso factura ya que rompió lazos profesionales con el padre de sus sobrinos (era su representante) y hasta vivió el lanzamiento de una biografía no autorizada que no era precisamente lo que necesitaba leer en esos momentos.

Pero toda la tempestad terminó tras su boda con Merino. El nacimiento de sus hijos la convirtió en una tranquila ama de casa que no añoraba el mundo de los focos ni las alfombras rojas. Cuatro hijos más el mayor y una vida acomodada y llena de lujos con largos veranos en Ibiza a bordo del impresionante barco de Javier y escapadas a la República Dominicana o las mejores estaciones de esqui cuando tocaba estar en la nieve. Tranquila, discreta, feliz con su firma y sin querer recordar amores del pasado Mar se retiraba de las polémicas para estar en su particular balsa de aceite sin turbulencias ni marejadas.

Así navegaron juntos hasta que llegaron los problemas con Hacienda, las listas publicas de morosos millonarios, las lágrimas en las portadas de las revistas y el reciente viaje a Disney Paris sola con sus hijos. Para entonces ya estaban atravesando una « racha muy difícil » que Merino no ha querido que otros descubran. Aunque Mar insiste que no se están divorciando y que nada hay definitivo, lo cierto es que voces muy cercanas aseguran que la vuelta atrás es más que complicada y es que, según apuntan, podría haber más personas afectadas en esta decisión.

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