Sánchez purga a Nicolás Redondo para acallar a los críticos
El PSOE expulsa al histórico líder del socialismo vasco por su «reiterado menosprecio a las siglas» tras rebelarse contra la amnistía
Felipe González recuerda que él no expulsó a Nicolás Redondo padre cuando le montó una huelga general siendo diputado socialista
Perfil | Nicolás Redondo, el vasco que mamó socialismo pero quiso tener voz propia
Nicolás Redondo Terreros ha sido expulsado del PSOE, el partido de su abuelo y su padre, ambos con el mismo nombre de pila y que contribuyeron como pocos a forjar la historia centenaria de la formación. El partido al frente del cuál en el ... País Vasco se bregó en los tiempos más duros de ETA, cuando tuvo que enterrar a tantos compañeros o adversarios del PP vasco, y el partido al que nunca quiso renunciar, pese a tener voz propia y expresar con lealtad y respeto sus discrepancias como afiliado de base, lo que es desde que hace más de dos décadas dimitió como líder de los socialistas vascos. ¿Su pecado? Criticar al actual secretario general, Pedro Sánchez, aunque nunca con insultos ni ataques personales, sino por su política de pactos, tanto con el espacio a la izquierda del PSOE (antes Podemos, ahora Sumar) como con las fuerzas del independentismo catalán y vasco.
Redondo ha abogado siempre por un entendimiento de los socialistas con la otra gran formación de la democracia española, el Partido Popular (PP), algo que ha venido repitiendo desde su salida de la primera línea política en sus colaboraciones en distintos medios de comunicación, ABC entre ellos. El pasado 26 de julio, tres días después de las elecciones generales, y en un acto del colectivo Fernando Giner de los Ríos, del que forman parte otros veteranos militantes y exdirigentes del PSOE como él, pidió a Sánchez que la investidura no dependiese de un prófugo de la Justicia como el expresidente catalán, Carles Puigdemont. «Es imposible cualquier negociación sobre cualquier cuestión con una persona que ha huido de la Justicia española. Punto», señaló de manera tajante en aquella ocasión. Ese mismo agosto el PSOE le abrió un expediente al que según fuentes del partido no contestó, como sí hizo con motivo de otro expediente que se le abrió en 2021 junto al expresidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, quien finalmente sí fue expulsado entonces.
Fue en la reunión de la Ejecutiva Federal socialista del pasado lunes cuando se formalizó su expulsión por, según la versión de Ferraz, haber hecho un «reiterado menosprecio a las siglas del partido». Fuentes de la dirección socialista aseguran que la expulsión «no es difícil de justificar, porque está negro sobre blanco en la prensa de todo el país». Igualmente, llegan a asegurar que no expulsarle de militancia sería un «agravio comparativo» con el resto de afiliados, dado que estos tienen, aseguran en Ferraz, «derechos y deberes», algo que, precisan, «no admite excepciones». La noticia sorprendió a Redondo en un restaurante en Madrid, donde la recibió a través de las alertas de los periódicos en su teléfono móvil.
Reacciones
Las críticas de Redondo a la política de pactos de Sánchez y distintos aspectos de la gestión del actual presidente en funciones no distan demasiado de las de otros históricos exdirigentes, algunos de mayor rango, como Felipe González o el que fuera su vicepresidente, Alfonso Guerra, así como el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, sobre los que no pesa expediente de expulsión o suspensión alguno. De hecho, todos ellos hablaron pocas horas después sobre este asunto.
González deslizó unas palabras tras conocerse la noticia para asegurar que «quien no es controvertido es que traga con todo» y añadiendo que se siente «libre porque digo lo que pienso y responsable porque pienso lo que digo». Incluso recordó que Nicolás Redondo padre, como líder del sindicato UGT y diputado socialista, le montó a él la traumática huelga general de 1988 y «nunca» se le «ocurrió» pensar en expulsarle pese a ser bastante más grave que las discrepancias actuales de su hijo. Lo hizo en la entrega de un premio en Sevilla, en la que González se sentó junto al que fuera su histórico número dos, Alfonso Guerra, que también es cada vez más crítico con Sánchez, informa Antonio R. Vega.
Y también este jueves se celebraba en Madrid el homenaje al expresidente socialista del Senado Juan José Laborda, al que acudieron exministros del PSOE como Matilde Fernández o Gustavo Suárez Pertierra, así como expresidentes autonómicos de la formación, como el asturiano Javier Fernández y el extremeño Ibarra.
Este último se detuvo ante la prensa antes de entrar al acto y aseguró que «en el haber» de Redondo hay que poner sus cuatro años al frente del Partido Socialista de Euskadi (PSE) entre 1997 y 2001, cuando «ETA mataba y por lo tanto había que tener mucho valor, por no decir otra cosa, para ser secretario general allí».
Por su parte, Fernández leyó un mensaje de Guerra afirmando que la «sabiduría» del homenajeado palidece ante la «inmadurez» actual y que «nos da fuerza tu defensa del pacto constitucional, así como tu resistencia a los intentos para su destrucción».
Redondo también recibió elogios de los adversarios políticos. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, elogió la trayectoria de Redondo: «Político serio y solvente». Y apuntó después que su expulsión del PSOE es «por su currículum y su compromiso» con el constitucionalismo. Algo que, según apostilló, «cotiza a la baja» en el actual PSOE de Sánchez. Continúa así, según el presidente del PP, la «deriva del PSOE hacia lugares peligrosos, llevando hacia el precipicio a los que no dicen 'sí, señor' a Sánchez». La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo resumió así: «Sánchez hoy abraza a Bildu y expulsa a Nicolás».
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