Sánchez aprovecha la DANA para intentar blindar la legislatura
Utiliza la aprobación del decreto de ayudas por la tragedia para pedir apoyo a los presupuestos generales del Estado y el PP avisa que no aceptará chantajes
El Ejecutivo aprueba un primer paquete de ayudas por la gota fría de 10.600 millones de euros

Pedro Sánchez compareció este martes en el Palacio de la Moncloa para anunciar las primeras ayudas aprobadas por el Gobierno para los afectados por la DANA. Lo hizo serio, acompañado en la sala de prensa por los ministros Pilar Alegría y Félix Bolaños y detallando ... un extenso paquete de medidas de 10.600 millones de euros para mitigar los daños que produjo el temporal hace ya una semana. En su primera rueda de prensa sobre la tragedia, el jefe del Ejecutivo central rechazó tajantemente la opción de haber asumido las competencias desde el primer momento, como le reclamó el lunes el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Se escudó argumentalmente en que eso hubiera sido «restar eficacia» a la respuesta de las administraciones públicas, y aseveró que España es «un país descentralizado».
A su juicio, ante una tragedia de esta magnitud «el Gobierno entiende que no hay un minuto que perder». «Entrar en una situación de sustitución de la administración territorial, en este caso la Generalitat Valenciana, sería restar eficacia a la acción y respuesta de los poderes públicos», concluyó su argumentación, después de haber dicho el pasado sábado la ya célebre frase 'Si necesita más recursos, que los pida'. «No hace falta priorizar unos municipios sobre otros ni jerarquizar tareas», aseveró en referencia al Gobierno de la Comunidad Valenciana.
En cuanto al real decreto ley presentado este martes, incluye ayudas para los daños personales y materiales provocados por la catástrofe, créditos para empresas y autónomos, moratorias de créditos y exenciones tributarias. Medidas para hacer frente al «mayor desastre natural en la historia reciente» de España que supondrán «unas cifras muy importantes» para las arcas públicas, según reconoció el presidente, que aprovechó la coyuntura para advertir de la importancia que tiene en este escenario que el Gobierno pueda aprobar unos presupuestos generales del Estado (PGE) para el próximo año. «Espero que podamos tener el apoyo mayoritario de la cámara para tramitar y aprobar unos presupuestos aún hoy más necesarios que ayer», señaló, situando la tragedia como acicate para impulsar a los diferentes grupos a sustentar esas cuentas públicas para las que hasta ahora no ha conseguido un respaldo suficiente.
La negociación de esos presupuestos es el hito más importante para el Ejecutivo en el último trimestre del año y uno de los puntos clave para el futuro de la legislatura. El Ministerio de Hacienda lleva semanas imbuido en la negociación con los grupos parlamentarios para intentar recabar un apoyo que no tiene sencillo.
Críticas de la oposición
Los socios de legislatura han demostrado ya en varias ocasiones en el Congreso que no están dispuestos a poner fácil a Pedro Sánchez la mayoría que necesita para apuntalar la legislatura. Por ejemplo Junts deja claro siempre que puede que no está atado a nadie y ya tumbó al Gobierno la senda de estabilidad; Podemos puso caro su apoyo con una consulta a sus simpatizantes que condicionó el apoyo a los presupuestos a dos asuntos tan dispares como aumentar el tope al alquiler de viviendas y la ruptura de relaciones con Israel; e incluso Sumar ha puesto en aprietos la mayoría parlamentaria en el último mes intercambiando apoyos con el PP para sacar adelante sus iniciativas.
En este escenario fue en el que este martes Sánchez se dirigió a los grupos parlamentarios para pedir su apoyo. «Si antes decía que no iba a eludir mi responsabilidad para presentar unas cuentas públicas, en esta ocasión esa responsabilidad se multiplica hasta límites colosales», dijo. Sánchez confirmó así que el Gobierno ofrecerá a los grupos parlamentarios un nuevo proyecto de cuentas públicas con el objeto de poder tramitar «unos presupuestos que son hoy aún más necesarios que ayer».
«Estamos hablando de cifras muy importantes. En este primer decreto ley se recogen 10.600 millones de euros. Son muchos recursos económicos a los que seguirán otros muchos que vamos a tener que pedir a las instituciones comunitarias y otros que vamos a tener que desembolsar de nuestras cuentas públicas y eso nos va a hacer revisar el impacto que va a tener en el déficit y la deuda. El encontrar los vehículos más eficaces y más ágiles posibles, en el marco de los presupuestos, para poder llegar cuanto antes a dar la respuesta más eficaz y equitativa posible. Evidentemente, para eso necesitaremos unos nuevos presupuestos generales del Estado», anunció Sánchez durante el turno de preguntas.
Un asunto que pone en una situación complicada a los grupos que no están por la labor de apoyar esas cuentas públicas y que ya este martes calificaban de «chantaje» las palabras del presidente. «No vamos a aprobar a Sánchez unos PGE que ni ha presentado. Y menos aún utilizando a las víctimas en un chantaje por su interés. Las ayudas para los afectados pueden aprobarse fuera del debate presupuestario», señalaban este martes fuentes del PP. Una percepción similar a la que llegaba desde Vox, que en un mensaje en sus redes sociales calificó el planteamiento de Sánchez como «ruin y miserable». «Ya está aprovechando la tragedia con chantaje y extorsión viniendo a decir: "O me aprobáis los presupuestos o no hay ayudas para las zonas más afectadas por la DANA"», señalan desde la formación de Santiago Abascal.
Entre los socios de investidura, Podemos fue el más crítico, tildando de «torpeza» que el Gobierno «condicione» las ayudas a los valencianos después de una catástrofe de esta envergadura a la aprobación de unos presupuestos para los que todavía, recordaron los morados, «no tiene apoyos suficientes».
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