La semana de ataques «antiespañoles» de los 'cachorros' de Bildu pone al partido de Otegi y sus socios frente al espejo

Dicho y hecho. El martes la sede del PP en Bilbao amanecía vandalizada, recubierta con pintura roja. «No es la primera vez», comentaban. Sí el hecho de que el ataque llegara firmado, con cartelería de Ernai llamando a una manifestación el próximo 20 de diciembre en la capital vizcaína. Esa misma madrugada, miembros de la agrupación asaltaban una aduana entre España y Francia y robaban una rojigualda del edificio de la Dirección Provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social en Vitoria.

Al día siguiente, como parte de esta estrategia de propaganda, Ernai publicaba un vídeo en sus redes sociales reivindicando el ataque contra la sede del partido de Alberto Núñez Feijóo, con diversos cortes señalando a Isabel Díaz Ayuso. En Durango, la placa en homenaje del concejal del PP Jesús María Pedrosa, colocada apenas una semana antes, aparecía tachada con el mensaje «Gora ETA». También las del teniente coronel farmacéutico, José Urquizu, y el policía municipal, Pedro Ruiz. Todos ellos, además de otras seis personas, asesinados por la banda terrorista en este municipio.

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Este ataque sigue sin autoría conocida, pues no ha sido reivindicado como los otros por Ernai. Tampoco la colocación de una pancarta en las inmediaciones del campus de la Universidad Pública del País Vasco (UPV) de Vitoria, con las caras de Ayuso, Santiago Absacal, Vito Quiles, el secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSE), Eneko Andueza, y la Ertzaintza, dentro de dianas. Este hecho, provocó la reacción de EH Bildu, que hacía un comunicado a través de sus canales oficiales para rechazar «sin ambages» la aparición de la lona.

«Creemos necesario situar este tipo de hechos, en todo caso puntuales, en su justa dimensión, y no utilizarlos para tratar de recrear virtualmente un pasado ampliamente y afortunadamente superado en Euskal Herria», continuaba. Sin embargo, el partido de Arnaldo Otegi se desmarcaba de una declaración de condena en el Ayuntamiento de la capital alavesa y a las acciones «antiespañolistas» de sus juventudes todavía les quedaban por delante diversos capítulos. Por ejemplo, el derribo de la cruz en honor a un militar carlista en Igeldo (Guipúzcoa) o el toro de Osborne de Tudela.

Todo ello, además de las banderas de España sustraídas, ha sido expuesto en la plaza Santa Ana de Durango, ensalzando las acciones como «necesarias» para «la ruptura con el Estado español y francés, y la independencia de Euskal Herria, para garantizar el futuro y para construir un país sin ningún tipo de opresión». También, en la madrugada del viernes al sábado, se ha producido un asalto a la Casa de Juntas de Guernica, sede del legislativo foral vizcaíno, donde han quitado la bandera española y de la Unión Europea y ha aparecido la pintada «la nuestra es la ikurriña».

En este ambiente de tensión creciente ha llegado el día de la Constitución en el País Vasco, donde el PSE o Vox no han hecho ningún acto oficial. Sí el PP que ha aprovechado el evento en Bilbao para calificar de «padrinos de Ernai y EH Bildu» al PNV y a los socialistas vascos, a quien Javier de Andrés, líder de los populares en la región, les ha pedido una «reacción directa» para «dejar al margen a aquellas organizaciones que se suponen políticas, pero que realmente lo que están haciendo es coartar la libertad de expresión».

Desde entonces, sólo ha habido una reacción del PNV, que sí tenía programado un acto hoy en San Sebastián con motivo del 6 de diciembre donde la portavoz en el Congreso, Maribel Vaquero, ha dicho que el «reto principal» de la Constitución es incorporar el «reconocimiento de las naciones sin Estado y del derecho a decidir». Ha sido más tarde cuando el partido ha emitido una nota mostrando su «preocupación por la multiplicación de acciones violentas por parte de Ernai».

La ejecutiva dirigida por Aitor Esteban considera «inaceptable la normalidad con la que se están produciendo ataques y señalamientos [...] propios de otra época», haciendo referencia expresa, entre otros, a la vandalización de la sede del PP. A juicio del PNV, esta dinámica es «un giro a las viejas costumbre y al activismo». Y ha lanzado un mensaje a EH Bildu: «La izquierda aberzale no puede lavarse las manos y mirar para otro lado cuando los autores actúan bajo sus siglas». Ya este viernes los nacionalistas, por medio de Ramiro González, diputado general de Álava, habían reclamado al partido de Otegi que expulsara de sus filas a Ernai.

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La organización depende orgánicamente de Sortu, el partido heredero de Batasuna y que dirige 'de facto' EH Bildu, pues copa los principales puestos en la dirección de la coalición soberanista. Precisamente, el viernes Arkaitz Rodríguez, secretario general de Sortu, trató de desmarcarse de los actos vandálicos protagonizados por Ernai. «EH Bildu está tratando de construir mayorías democráticas, en una estrategia de seducción democrática. Según todas las encuestas, es posible e incluso puede ser probable que EH Bildu gane las próximas elecciones tanto municipales como autonómicas, por lo que, ¿alguien piensa que EH Bildu va a estar haciendo pintadas?», dijo como si los responsables no formaran parte de su propia organización.

Hoy, Mertxe Aizpurua, la portavoz de Bildu en el Congreso de los Diputados, ha sido la encargada de intervenir con motivo del 6 de diciembre, incidiendo en el señalamiento al PP, a quien enmarcan con Vox dentro del mismo «bloque reaccionario» como un «un peligro» para el «pueblo vasco» y el «euskera», llamando a aplicarles un «cordón sanitario». Tras el estallido del 'caso Cerdán', Otegi transmitió a Pedro Sánchez que el argumento de evitar que gobierne la derecha ya no era suficiente para mantener su Gobierno. Meses después es Bildu quien se ha puesto como primer objetivo «frenar a la derecha», antes de acometer una reforma del Estado que termine con las «reglas trucadas» de la Transición.

«Es incomprensible e inaceptable que haya fuerzas políticas dispuestas a pactar y llegar a acuerdos con la derecha española, una fuerza residual en Euskal Herria», ha dicho este sábado Aizpurua, en referencia al acuerdo entorno la ley de la multirreincidencia alcanzado esta semana en la Cámara Baja. Un discurso en el que ha dicho que la Constitución «esta deslegitimada» por lo que Bildu «no tiene nada que celebrar», y que ha presentado todos los elementos utilizados por Ernai durante la semana para justificar sus ataques planificados antes del 6 de diciembre.